¿Probaste el plástico con mayonesa? Es una pregunta loca, pero la respuesta podría ser positiva y tú no te has ni enterado. Se estima que hay cerca de 250 mil toneladas de plástico flotando en el océano, pero ¿cómo llega esto hasta nuestro estómago? Lo estaríamos comiendo, tomando e incluso respirando.
Semanalmente estaríamos digiriendo 5 gramos de plástico, lo equivalente a comerse una tarjeta de crédito cada 7 días. Eso según un reportaje de la DW y que está disponible en su IG TV. “El hecho de que el plástico esté tan presente en nuestro sistema alimenticio, es el síntoma de un problema más grande”, dice uno de los especialistas consultados en la investigación.
El plástico es una partícula grande que no es biodegradable, pero que se desintegraría en pedacitos pequeños, denominados microplásticos. Y son estos últimos los que tragarían los animales y organismos que viven en el mar, quienes a su vez, son nuestro alimento. Resulta que al interior de las especies marinas, alojadas en sus tractos digestivos, estarían llenos de plástico. Dato para tener en cuenta: Hay cerca de 250 mil toneladas de plástico flotando en la superficie marina.
Y si llevas una dieta vegetariana, tampoco es que te salves mucho del asunto. Según la investigación, la bolsa del té, por ejemplo, llenaría de millones de pedazos de microplástico nuestras tazas. Y para qué decir del agua que sale del grifo. Estamos rodeados.
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Este mes Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria lanzaron una exposición fotográfica online que llamaron “Plastívoros: comemos plástico”, en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente, a través de la cual denuncian el uso desmedido de plástico en todas las facetas de la vida, y más en concreto en la alimentación y en los campos de cultivo.
Del mismo modo, reclaman a las autoridades la falta de una Ley que prohíba los plásticos de un solo uso y limite los envases plásticos. ¿Cuán lejos estaremos de esa meta? Para pensar.
Y aunque todavía no hay estudios que demuestren los efectos que a largo plazo el consumo de plástico tendrá en nuestro organismo, sin embargo un estudio de la Universidad de Exeter ya en 2014 mostraba cómo poblaciones de tortugas marinas desaparecían ante esta nueva dieta infestada por plástico. ¿Estamos a tiempo de cambiar o se nos pasó la micro?