No riman mucho pero se agradece el entusiasmo.

Ya estamos en condiciones de decir que Felipe Salgado es un personaje clave de la urbe santiaguina. El conductor optimista del metro es ya algo así como el compadre Moncho, nadie no se lo ha topado.

Si hace algún tiempo agarró notoriedad nacional con su impecable respuesta al Presidente Piñera, luego de que éste ninguneara completamente el trabajo de los conductores de metro, ahora volvió a sorprender a los usuarios del tren subterráneo con unas entusiastas payas y mensajes dieciocheros.