“Nadie nos ayuda: los policías son corruptos y odian a los pobres, por lo que tenemos que tomar la justicia por nuestras manos” explica Pal Devi, una de sus líderes.
Una agrupación de mujeres de la casta más baja de India decidió en 2006 que ya no más. El maltrato de género que reciben en aquel lado del mundo es tan brutal, que el símbolo de lucha de estas mujeres valientes es un palo de bambú. Preparadas para lo que venga, Gulabi Gang, o “banda rosada” no se achica ante las luchas feministas de Oriente.
El sari es la túnica típica de las mujeres en India, de allí que la versión rosada sea la elegida por Gulabi Gang para identificarse. Estas mujeres, con base en el estado Uttar Pradesh, están lideradas por Sampat Pal Devi, quien destaca que diversas ONG las buscan para ayudar a su causa.
Dos años luego de haberse constituido, las mujeres de rosado tienen como principales enemigos a todos aquellos hombres que han golpeado o abandonado a sus esposas. “Nadie nos ayuda: los policías son corruptos y odian a los pobres, por lo que tenemos que tomar la justicia por nuestras manos”, explica Pal Devi, quien además se dedica a enseñar el uso del lathi (palo de bambú) a las nuevas participantes.
Uno de los centros neurálgicos donde opera esta banda de mujeres es Bundelkhand, uno de los sectores más pobres y poblados de India. La sequía y las condiciones sanitarias son aspectos que precarizan a quienes viven allí, y a eso se suma la brutal discriminación hacia las mujeres. El abuso sexual y la violencia intrafamiliar son pan de cada día.
“No somos una banda en el sentido delictual de la palabra. Somos una banda que busca justicia”, argumentan. Esta sororidad rosada no acepta la caridad de nadie. “No queremos donaciones; no queremos que nos “calmen”. Dennos trabajo, páguenlos de forma justa. Devuélvannos la dignidad“.
Esta brigada ha alcanzado tanto renombre a nivel mundial, que en 2013 un documental explicó sus orígenes y su causa. Puedes verlo aquí.