Se vienen las Fiestas Patrias y aunque lo único que quieres es comer y beber, siempre hay alguien (tu jefe) que envía un mail los días que tienes libre. ¿Sabías que existe una razón científica de por qué estos correos electrónicos te caen mal? Parece obvio, pero no. Aquí te lo explicamos.
A veces desactivar las notificaciones o poner un aviso en tu correo que estás de vacaciones -sobre todo para Fiestas Patrias-, no es suficiente. Típico que estás pasándolo bien y llega un mail inesperado con una tarea urgente que no puedes postergar. Incluso cuando estás en la oficina, los emails de trabajo afectan tu buen humor y te arruinan la jornada. Esta reacción no es fortuita, y tiene mucho que ver con la redacción de ese mensaje.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Montana (EEUU) y la Universidad de Massey (Nueva Zelanda), llamado Hypernegative Interpretation of Negatively Perceived Email at Work (2021), le pidieron a 276 trabajadores neozelandeses y australianos que dieran ejemplos de tipos de correos que les provocaran emociones negativas.
Estos mensajes fueron analizados por personas externas, quienes tuvieron opiniones mucho más positivas que aquellos que los recibieron en sus bandejas de entrada. Las diferencias fueron aún más abismantes cuando los participantes admitían que trabajaban en un clima laboral hostil en el que la comunicación suele ser negativa, sobre todo cuando los emails provenían de personas con mayor jerarquía.
Además, existen otros factores ligados al formato de los correos electrónicos que influyen en la percepción que se tienen de estos: aquellos mensajes que son más cortos y que contienen órdenes suelen caer peor.
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La razón de por qué no te gustan los mails también tiene que ver con cómo percibes a quien te lo está enviando. Este tipo de comunicación suele ser impersonal, por lo que es más fácil olvidar que detrás de ese mensaje hay alguien que probablemente también lo está pasando pésimo en su oficina.
Según datos de Forbes, en promedio los trabajadores de oficina antes de la pandemia pasaban al menos 2.5 horas escribiendo y leyendo mails durante su jornada laboral. Con el teletrabajo, esta cifra podría ser incluso tres veces mayor. Por lo mismo, ojo: la acción de recibir un nuevo mensaje en tu bandeja de entrada deja de ser gratificante y puede llegar a ser una molestia o una distracción.