Secuestros, extorsión, narcotráfico y violencia, es la marca que las FARC han puesto en Colombia y que el país poco a poco intenta olvidar. Se trata de la guerrilla armada más larga del mundo, y el año 2016 hubo indicios de que por fin, Colombia podría vivir una paz anhelada para sus futuras generaciones.

Cuando se firmaron los acuerdos de paz el año 2016 en Cartagena de Indias luego de varios acuerdos propuestos en La Habana, el mundo se contagió de alegría a diferencia de los propios colombianos.

Uno de los petitorios de los guerrilleros fue el de transformarse en un grupo político con 10 escaños en el congreso de forma obligatoria, además de inmunidad para sus cabecillas que protagonizaron diferentes actos terroristas. La ciudadanía rechazó los acuerdos de paz entre ambas partes, alegando que el gobierno no debía tranzar de esta forma.

“Nunca fuimos vencidos ni derrotados ideológicamente. Por eso la lucha continúa. La historia registrará en sus páginas que fuimos obligados a retomar las armas”

Con estas palabras, el segundo hombre fuerte de la organización, Iván Márquez, apareció en un video de media hora asegurando que los pactos tratados en La Habana habían sido una traición.

“Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (lugar de nacimiento de las FARC) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión” agregó. Su última aparición pública había sido en abril del 2018 donde aseguraba mediante un comunicado que el proceso de paz “se lo había llevado el diablo”.

Esto, pues el gobierno colombiano había detenido a algunos ex FARC y estaban iniciándose procesos de extradición hacia Estados Unidos por casos de narcotráfico. En ese tiempo también se supo de periodistas ecuatorianos asesinados a manos de grupos descolgados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Ya el 2018, Márquez prendía la mecha acusando al entonces presidente Santos de haberlos traicionado. Por su lado Santos ya le daba un poco lo mismo porque se había ganado el premio Nobel de la Paz gracias al acuerdo alcanzado. Cumplirlo o no, pasaba a ser un detalle.

Se estima que el video fue grabado en la frontera de Venezuela o de facto, en el mismo país. La diplomacia entre Colombia y el país presidido por Nicolás Maduro feat. Juan Guaido puede verse afectada por este hecho.

Desde Colombia, el presidente Ivan Duque derechamente acusó a Maduro de estar albergando a los rebeldes de las FARC que anunciaron el retorno a las armas. Guaído vía Twitter apoyó a Duque y también acusó a Maduro de lo mismo.

La ministra de Gobierno del Ecuador, María Romo, repudió los dicho de Marquez, diciendo que el anuncio de los exrebeldes es “gravísimo contra la paz y la seguridad de Colombia con efectos en Ecuador y la región”.

La OEA por su parte expresó preocupación. El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, puso en Twitter que “la justicia debe caer sobre ellos con todo su peso. Esto es otro intento de desestabilizar al gobierno de Colombia y con ello a toda la región”:

“La comunidad nacional e internacional debe seguir acompañando a Colombia en su camino por la paz. La violencia nunca será el camino para resolver las diferencias; la sociedad colombiana en conjunto debe recorrer el camino de mesura y unidad para superar los obstáculos”, concluyó.