El ex ministro, fundador de Evopolí y diputado presentó un proyecto de Ley que sanciona los rayados callejeros en busca de proteger lo que en sus palabras es “el arte urbano que tiene un efecto positivo en las comunidades”.
Quien diga que en nuestro país no hay cultura debe mirar un poco más cerca. Las calles de Santiago y Valparaíso han explotado como un foco de expresión artística repletas de murales que se pelean los espacios para entregar identidad a la ciudad.
Un ejemplo explícito es el museo a cielo abierto en San Miguel, que reúne en conjunto 50 murales que plasman temas como la identidad nacional y los derechos humanos a través de diferentes pinturas creadas por diversos artistas.
“Estoy convencido que las artes en general son un acto político sin exclusión alguna. Más, si me preguntan por el contenido de mi obra, ésta está enfocada en el ser humano, sus capacidades y en el trabajo que se debe hacer para explotarlas” nos contó Dasic Fernández en una entrevista realizada en marzo de este año.
Actualmente, Fernández es uno de los exponentes más importantes del género en el mundo y también cuenta con un espacio en San Miguel además de ganar notoriedad por diferentes intervenciones urbanas, como esta, ubicada en el centro de Santiago.
Sin embargo, a principios de junio diferentes artistas lanzaron sus críticas luego de que Sebastián Piñera señalase en su cuenta pública que criminalizaría el grafitti. Varios lo llamaron como una forma de inquisición ligada a la censura.
Y es que actualmente la ley restringe diferentes tipos de intervenciones urbanas y no da abasto con los rayados sin sentido que proliferan sobre todo, después de cada fin de semana o en épocas de celebraciones de gran convocatoria callejera.
Tan solo en la comuna de Santiago, se gastaron más de 94 millones de pesos durante el primer semestre del año 2012 para mitigar los daños causados por este tipo de contaminación visual.
Por otro lado, el trabajo realizado por artistas en diferentes espacios de la ciudad tampoco cuenta con una protección. El caso del mural en Providencia, 100 caras un país, es un claro ejemplo de ello.
La intervención -que estuvo en ejecución durante 3 años- fue tapada con un graffiti acorde las leyes del arte callejero provocando decepción entre los transeúntes que apreciaban la obra y también, en sus mismos artistas.
Por esta razón Luciano Cruz-Coke -diputado y fundador de Evopoli- presenta una moción que regule y fomente a los artistas nacionales que quieran plasmar su trabajo en diferentes espacios de Chile, además de generar un marco legal claro y efectivo respecto a otros tipos de “intervenciones que no contribuyen” (y que generan un gran gasto para las municipalidades)
El proyecto según sus palabras tiene como eje tres directrices fundamentales: proteger el arte urbano que tiene un efecto positivo en las comunidades de todo Chile como sucede en Valparaíso, generar diálogos entre estas mismas comunidades con los artistas, además de ser categórico con quienes rayen espacios que pertenecen a todos.
En el fondo si haces un tag, o rayado mal intencionado en un espacio público o en propiedad de otras personas, tienes que hacerte cargo de la limpieza, algo que no ocurre destinándose fondos públicos para esto.
Según su experiencia como ministro de cultura entre 2010 y 2013, el arte urbano “tiene un efecto positivo en las personas al entregarles el poder de decisión en sus comunidades además de potenciar el trabajo de artistas nacionales como sucede en San Miguel”.
“Además, el gasto municipal para la limpieza de diferentes lugares se puede aprovechar para necesidades más urgentes de la población”, nos cuenta.
El proyecto de ley busca también conservar el espacio de los artistas frente a otros rayados. El día de ayer, circuló por internet una fotografía donde se muestra un graffiti de Pablo Neruda- figura fuertemente cuestionada por el movimiento feminista- con la consigna: “Neruda misógino legado patriarcal”.
El mural había sido pintado por un artista italiano durante la edición de Hecho en Casa Fest el año 2017.
“Me parece una forma de expresión casi fascista” agregó Cruz-Coke.
“El mural era aprobado por la comunidad y lo sentían parte de su entorno. Debemos plantearnos cómo estamos expresando lo que queremos decir y cómo se pasa a llevar a las personas que valoraron este trabajo haciéndolo parte de su día a día”
“Finalmente, si estamos frente a este tipo de expresiones nos encontramos frente a la ley de la selva” añadió.
Además de la iniciativa que se presentará este sábado 23 de junio, le preguntamos sobre los dichos del Senador Francisco Chahuán en contra de la ministra de cultura Alejandra Pérez.
“Los dichos de Chahuán no se justifican pese a que aclaró que fue sacado de contexto. Decir que alguien debe ser sacada a patadas es condenable bajo cualquier circunstancia y no da a lugar según el ambiente propicio que queremos generar para un diálogo integral”, afirmó.
También reafirmó su posición sobre el proyecto que busca reducir la dieta parlamentaria y que tiene a la opinión pública expectante.
“Mi posición es a favor. Pero se necesita un proyecto mucho más integral que el presentado por Giorgio Jackson y Gabriel Boric hace ya cuatro años. Todos conocemos los sueldos que existen hoy en día para miembros del Congreso, de hasta casi 20 millones de pesos. Necesitamos una medida regulatoria realizada de forma completa e íntegra para que no queden aristas sin definir en el proceso”, sostuvo.
El proyecto de Cruz-Coke y Evópoli plantea entre otras cosas, prohibir la compra de pintura en aerosoles a menores de 18 años con multas de hasta 20 UTM para quienes no respeten la norma.