Ya ha pasado una semana, la sangre está más fría y la euforia combinada con adrenalina bajó a sus niveles normales, a no ser de que hayas ido este martes a Miike Snow, show del que tendremos un review en los próximos días.
Simplemente es difícil no pensar en la estampida de shows que pasaron por nuestro país, y que nos tiene a muchos, y me incluyo, en bancarrota.
Todo comenzó el martes en Blondie
El lugar más estereotipado de Santiago (y quizás, de Chile) recibía a los criticados, alabados y odiados canadienses de Crystal Castles. Primero (y lamentablemente) tuvimos que aguantar una presentación fría de los chilenos Ismael & Teitan, que a mi parecer y quizás al de muchos, no tenían mono que pintar en el show. Fue como si La Noche fuera a telonear a Arcade Fire, eeesa onda.
Después de una espera que se me hacía eterna, Glass y Kath aparecen en el escenario y confesaré, TENÍA MIEDO. Pensé que cualquier cosa podía pasar; que Alice iba a llegar con una botella en mano (cosa que hizo) y se la iba a tirar a algún pelagato del público causándole a éste un TEC cerrado.
Resulta que la cosa fue perfecta en un principio, todos eufóricos, saltando a no mas poder, hasta que después de “Courtship Dating”, ambos, mas el baterista, se paran y se van. Todos atónitos. Nadie sabía qué carajo pasaba. Yo pensé “tenemos un caso Creamfields Buenos Aires 2007 en nuestras tierras”. Me enteré al rato que eran problemas de sonido. Porque sí, Blondie siempre tiene estos problemas, ha pasado en reiteradas ocasiones, por lo que me pregunto: si las productoras saben eso, ¿cómo no se apoyan de generadores?. Y volvieron. Tocaron. Problemas de sonido de nuevo. Se fueron.
En ese minuto pensé: esto es todo. Me voy para la casa. Si ya venía con esas expectativas, mejor call it a night.
Para mi sorpresa, la noche continuó. Un aviso de uno de los técnicos anunciando que hubieron problemas de sonido y que la banda volvería. La euforia volvió, combinada con expectación. Del resto del show, es de rescatar los combos que Alice repartió a su fanaticada por subirse por el chorro (me expreso: agarrones varios) durante uno de sus reiterados crowd surfing y las dos botellas de Jack que se zampó en 45 minutos de show
http://www.youtube.com/watch?v=QY3_usVSxgE
Ah, se me olvidó que son músicos: el griterío a no mas poder de parte de Alice en todas las canciones, a excepción de Celestica y Crimewave, hacen de este show una mezcla rara, pero que es la que nos hace ir a conciertos así. Sin dar espacio a más, fue la noche de Alice.
…y mi noche terminó con ese zumbido desagradable en el oído, thank you very much.
A repetirse el plato el miércoles
Quizás piensan que soy un fanático de mierda por repetirme el plato, pero resulta que no: si a usted le gusta tanto la música como yo, va a entender que hay que comparar shows, por eso, banda que tiene más de un show, trato de repetirmelos.
El show de la Cúpula era distinto. Para partir, era a tablero vuelto. No iba a caber ni un alfiler en el lugar, cosa que fue verdad. Después de comprar revendida a una chica desesperada por vender su entrada, me preparé mentalmente. Venía molido del día anterior pero poco importó. Para mejor, llegué y a los 10 minutos comenzó el show. Me perdí a Miss Garrison, pero qué más da.
Ahora si que se nota la diferencia: sonido impecable, un show redondo de principio a fin.
CC Fufi
Pero ahora no quiero hablar del show de Crystal Castles, porque me da lata repetir las cosas que digo y caer en redundancias. Me voy a referir a la maestría que vino después: The Magician.
Si usted fue a ver a Crystal Castles, el martes o miércoles, no importa el día, y se fue justo después del show, es un imbécil. No porque tenía que trabajar mañana, o porque tenía que terminar su proyecto de título, o porque los brocas lo estaban esperando en la plaza, sino porque se perdió, quizás, el mejor DJ Set de su vida. La otra mitad de Aeroplane debe estar echando de menos a Stephen Fasano porque simplemente el gusto musical de este tipo es impresionante. Hit tras hit. Desde lo último de Duck Sauce hasta Chemical Brothers. A mi parecer un buen DJ Set se completa, aparte de la selección músical fue el cómo se mezclan las canciones; algo así como escuchar una canción de dos horas, nunca se notó mezcla alguna (priceless, you knwo). Yo, personalmente, no paré de bailar.
Y así fue la semana pasada; de mención honrosa podríamos tener el show de Penguin Prison el sábado pasado, pero esa es harina de otro costal.