El actor conversó abiertamente sobre el uso de alcohol para sobrellevar la presión de ser Harry Potter.


La estrella que creció con nosotros en uno de los roles más significativos dentro de la historia del cine, conversó abiertamente sobre el abuso de alcohol que usó durante su adolescencia para poder lidiar con la fama que Harry Potter trajo a su vida.

Según comentó para Off Camera, durante el rodaje de las películas sintió la paranoia de ser observado y lo único que podía calmar su angustia era emborracharse.

“Cuando estaba borracho, pensaba que más y más personas me observaban” dijo, “y para deshacerme de ese sentimiento consumía más alcohol”.

Dentro de este mea culpa realizado para concientizar a la audiencia de no culpar a los jóvenes actores por su comportamiento errático, el actor que personificó durante gran parte de su vida al mago más famoso del mundo señaló que varias veces llegó ebrio al set de las películas.

“Honestamente, puedo decir que nunca bebí en el set de Harry Potter. Sin embargo, llegué borracho en varias oportunidades a filmar. Puedo apuntar las escenas dentro de las películas en las que estoy ido. Mis ojos se ven muertos” añadió.

Radcliffe actualmente se encuentra sobrio y dejó de beber el año 2010, aunque para esto, necesitó de varios años e intentos para frenar sus hábitos. Su familia y cercanos lo apoyaron, aunque la decisión final vino de su propio juicio.

“Finalmente fue una decisión propia. Me cansé de despertar las mañanas y pensar algo estoy haciendo mal, esto no está bien” señaló.

El actor aprovechó de aclarar que no se arrepiente de ser Harry Potter y que nunca hubiese elegido otra vida.

Incluso en mi punto más bajo, siempre amé mi trabajo. Amaba ir al set y nunca dejé que mis propios sentimientos interfirieran en la caracterización de Harry Potter. Nunca llegué al punto de decir odio mi vida, quiero que esto nunca me hubiese pasado. Aquello nunca ocurrió.

Puedes ver la entrevista de forma íntegra a continuación: