A fines del año 2012, en Colliguay, un sector precordillerano de la Quinta Región un grupo de jovenes miembros de la llamada secta de “Antares de la Luz” llevó a cabo un atroz ritual en el cual quemaron a un recién nacido que consideraron el “Anticristo”. La historia causó impacto a nivel nacional.

El líder de la secta, Ramón Castillo, se quitó la vida en Perú donde estaba prófugo y los distintos miembros recibieron distintas penas. Natalia Guerra, la madre del lactante asesinado sin embargo, había sido condenada por el parricidio del bebé pero tras la resolución nunca llegó a la cárcel pues se dio a la fuga.

En horas de la tarde de hoy se dio a conocer la noticia de que la PDI había detenido a Natalia Guerra en el sector de Talagante.