El Día Mundial del Refugiado se conmemora cada 20 de junio. Acá una reflexión para integrar una perspectiva intercultural efectiva en las políticas públicas de niñez y adolescencia, con especial cuidado en niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes.
por Francisca Gómez Lechaptois*
Se calcula que en la última década, más de dos millones de niños han muerto en conflictos armados, seis millones han resultado heridos o mutilados y un millón de ellos han quedado huérfanos. Según cifras de la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR), hoy son cerca de 4.000 las personas refugiadas y solicitantes de asilo en Chile. Todas ellas, cifras que nos hacen reflexionar acerca de la integración y diversidad cultural, cuando conmemoramos el Día Mundial del Refugiado, como cada 20 de junio.
Dado el creciente número de familias de diversos orígenes culturales que llegan a nuestros programas, como Fundación Ciudad del Niño hemos avanzado en el desarrollo de un enfoque intercultural que pone acento en la interacción entre diversas culturas, reconociendo los aportes de cada una de ellas y contribuyendo, de esta forma, a la plena integración social de niños, adolescentes y sus familias.
Los 83 años de experiencia y los más de 620 mil niños y niñas que hemos atendido a lo largo de todo el país, nos permiten confirmar el valor que tiene la diversidad cultural. Al mismo tiempo, ratificamos la necesidad de integrar una perspectiva intercultural efectiva en las políticas públicas de niñez y adolescencia, donde un grupo de especial cuidado sea aquel que ha estado expuesto a particulares situaciones de riesgo en su crecimiento y bienestar: niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes.
Debemos promover, cálidamente, acciones de acogida e integración, que reconozcan lo positivo de cada cultura y se orienten hacia la interculturalidad. Este es hoy uno de los grandes desafíos que tenemos como sociedad.
*Jefa Departamento de Estudios Fundación Ciudad del Niño.