Los medios de comunicación se inmiscuyen de forma insistente en nuestro plato. Existen dietas específicas para todo: fortalecer las uñas, dietas de carácter esotérico y otras que bordean lo ridículo por su evidente ineficiencia (no te sirve desayunar pizza y lo sabes). Pero la finísima línea existente entre notas que promulgan el bienestar corporal se quiebra cuando traspasamos la barrera de lo peligroso.
El año pasado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó las cifras sobre obesidad en nuestro país, y según consta el informe, un 24% de los hombres en nuestro país sufre de sobrepeso, mientras que la cifra aumenta casi 10 puntos porcentuales para las mujeres con un 32,8%.
Por esta razón, los medios de comunicación hacen énfasis en las dietas como una forma de crear contenido para un público objetivo femenino en lugar de promover un estilo de vida transversalmente saludable (y sí, esta práctica es una estupidez)
Pero dentro de la gama opciones ridículas la peor es la dieta macrobiótica.
A modo de introducción una comparación es necesaria: los creadores de la dieta macrobiótica se han enriquecido gracias la venta de un método alimenticio completamente peligroso que ha cobrado varias víctimas prometiendo una buena salud mediante argumentos infundados. Tal como McDonald’s
La dieta macrobiótica fue inventada hace 30 años y su creador Mario Pianesi incluso se reunió con el papa Juan Pablo II por su “contribución” a mejorar la salud de millones de personas alrededor del mundo.
Transformado en un gurú de la alimentación que promete sanar tu alma, Pianesi reconoció que no tiene los conocimientos suficientes para asegurar que su método cumpla con los puntos que promete (que incluye curar la diabetes) y tan solo este año en Italia, decenas de personas han acusado a Pianesi de actuar como un profeta que por poco mata de inanición a varias personas bajo este método.
¿Qué es la dieta macrobiótica?
La dieta también llamada Ma-Pi (por que el ego de su creador es tal que obviamente quería titular su método con las siglas de su nombre y apellido) asegura que tiene propiedades curativas en enfermedades que la medicina tradicional no puede solucionar.
Sin embargo, sus inicios se remontan 1920 cuando el filósofo japonés George Osawa propuso un método de alimentación de carácter espiritual. Osawa -basándose en supuestos en épocas donde la nutrición era muy diferente a la de hoy en día- aseguraba que los mejores alimentos para la salud eran los que cultivábamos nosotros mismos en el jardín.
Pianesi se apoderó del concepto y lo transformó en un producto comerciable, donde la gente debe comprar los alimentos en lugares específicos acorde su edad, estatura y peso. Gracias a estas suscripciones, Pianesi ha acumulado una fortuna de 700 millones de dólares (una parte también se debe a la venta de libros de su autoría).
No desglosaremos la dieta completa por un tema de sentido común. Pero los 10 tramos que la gente debe recorrer incluyen dejar la mayor cantidad de alimentos posibles para siempre.
Claramente, las primeras suspensiones tienen relación con las harinas blancas y otro tipo de alimentos procesados como los embutidos. Después se prohíbe incluso, el consumo de cualquier tipo de carne sin importar su procedencia.
Al final del tramo la persona tendría una dieta basada tan solo en cereales, avenas y otros tipos de algas muy difíciles de conseguir haciendo el negocio para sus proveedores muy rentable al especular con los precios a su antojo.
La dieta macrobiótica es popular por tres motivos: el primero, es hacer que la gente baje de peso de forma progresiva al limitar cada semana su carga calórica; la segunda razón tiene que ver con el nivel de satisfacción que las personas sienten al completar un tramo sin hacer trampa, otorgándoles una sensación de autocomplacencia; y finalmente, la dieta asegura ser completamente natural postulándose como la mejor alternativa eco friendly del mercado.
Estas aristas hacen que la dieta sea un éxito comercial, sin medir los riegos para la salud que tiene el método en sí.
“Como concepto, la dieta está basada en lo místico. Con algo más cultural que científico, sabemos que existen millones de dietas de moda, métodos que la gente empieza a utilizar porque la gente quiere comer de forma más orgánica y limpia” nos cuenta el nutricionista Pablo Espejo, nutricionista del Club Universidad de Chile y Acción CrossFit.
“La gente siempre está en esa búsqueda de algo nuevo que se acomode tanto a sus pensamientos como a sus hábitos. Esta famosa dieta no es una basada en algo científico ni en técnicas milenarias” agregó.
Es justamente esta búsqueda entre la alimentación alternativa y la búsqueda espiritual lo que hace tan riesgosa la dieta macrobiótica, ya que va más allá de intentar cambiar los hábitos alimenticios de un individuo, se inmiscuye en la piscología de las personas convenciéndolas de que cualquier otro tipo de alimentación no es buena para ellos (lo cual es bastante contraproducente)
Los riesgos del método Ma-Pi
Uno de los principales enganches publicitarios realizados por Pianesi para vender su versión actualizada de la dieta, es asegurar que cura y previene el cáncer además de otras enfermedades como la diabetes. Sin embargo, el hecho de que la dieta esté compuesta por gran cantidad de algas marinas supone un riesgo para personas con problemas a la tiroides o que sean propensas a padecerlos.
El diario El País de España incluso replicó un estudio elaborado por Cunningham y Marcason -investigadores estadounidenses- donde enumeraban los problemas asociados a esta dieta. Entre ellos están:
- Deficiencia de proteínas, calcio y vitamina B12
- Riesgo de deshidratación
- Y fuerte carga emocional sobre el individuo
Además, la dieta es tan estricta que tan solo te permite consumir agua cuando tienes sed, algo que, según Espejo, es muy riesgoso puesto que el mecanismo que activa nuestro deseo de consumir líquidos se activa cuando ya estamos deshidratados.
“Por otra parte llevar una dieta tan extrema supone una carga emocional enorme para la persona, siendo perjudicial para su entorno familiar ya que se le prohíbe socializar de forma libre” agregó
“No recomendaría la dieta. Una alimentación sana no tiene nada que ver con la eliminación de ciertos elementos sino de equilibrio. Esta dieta involucra algas y uno de los puntos importantes tiene que ver con la seguridad: si empezamos a comer alimentos crudos el riesgo de intoxicación aumenta” señaló.
Finalmente, si te proponen usar la dieta macrobiótica rechaza la opción de inmediato. Los riesgos del wellness comienzan con la prohibición sostenida que desestiman años de investigación científica que aumentaron la esperanza de vida a los estándares del día de hoy.