La semana partió con la espeluznante denuncia de una joven que relataba cómo su hermano había sido víctima de una verdadera sesión de torturas en la estación de metro Baquedano, donde Carabineros tiene una micro Comisaria. El relato de la joven incluía imágenes de terror como que habían cuerpos colgados muertos en el lugar.

Por supuesto el relato se viralizó y luego saltó a los medios porque la denuncia fue recogida por el Instituto Nacional de Derechos Humanos que fue al lugar junto a detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Contra los DD.HH de la PDI, y aunque no encontraron nada, desde el INDH, su director Sergio Mico dijo que se había presentado un recurso de amparo en defensa del joven Nicolás Laur.

El hecho tuvo un vuelco porque los jueces Daniel Urrutia y Darwin Bratti también fueron a periciar el lugar y no encontraron nada de nada.

“Antecedentes recabados hasta el momento permiten descartar que 60° Comisaría de Carabineros, ubicada en Estación Baquedano, haya sido utilizada como centro de tortura”, señaló después el fiscal Omar Mérida, tras realizar las primeras diligencias en el lugar.

Cabe consignar que los mismos Carabineros tuitearon que habían realizado la misma noche que se denunció el hecho un completo aseo al lugar para que “la comunidad tenga un normal desplazamiento a sus lugares de trabajo”.

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Hoy en la comisión de DD.HH del Senado se toparon Héctor Espinoza, director de la PDI con su par del INDH, Sergio Mico y ocurrió esto, literalmente lo subió y lo bajó y lo conminó a pedir disculpas al país y a la PDI por dar a conocer una información no verificada.

Hasta el momento Mico no ha contestado.