Un estudio de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), respaldada por la ONU, alerta la existencia de una relación entre el consumo de drogas y la exposición a redes sociales, especialmente en jóvenes, por la facilidad para comprarlas y el “glamour” que les aporta.
Más de alguna vez hemos visto en alguna de nuestras redes sociales, como Instagram, TikTok o Facebook, fotos y videos de personas consumiendo distintas sustancias que se consideran ilícitas, y haciendo gala de aquello. Marihuana, tusi, hongos, pastillas, son las más comunes y que gracias a las redes sociales se han masificado hasta considerarse algo que muchos quieren replicar.
Hoy en día las redes sociales se han convertido en una nueva plataforma para la compra de drogas ilícitas, lo sabemos, la app de citas Grindr es un ejemplo de ello, pero además se confirma que también son responsables de un aumento en los comportamientos negativos relacionados con el uso de estas sustancias. Así lo ha dado a conocer en su informe anual la JIFE, un ente respaldado por la Organización de las Naciones Unidas, que ha advertido de que cada vez hay más pruebas de esta relación peligrosa.
En los datos recogidos en este informe se expone que las redes sociales están promoviendo una visión “glamorosa y atractiva” de las conductas negativas y del consumo de sustancias ilícitas, que afectaría al grupo que mayor uso le da a estas plataformas: los jóvenes que, además, impulsados por series o películas que romantizan estas conductas, se han convertido en las principales víctimas de este fenómeno.
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Se cree también que el boom de las plataformas digitales ha facilitado el acceso a la compra no solo de cannabis, sino que también de otras drogas más duras e incluso medicamentos que usualmente se venden sujetos a prescripción médica. La tecnología agilizaría también el proceso de pago de estas mismas, a través de las monedas digitales o los servicios de monedero electrónico que simplifican las transacciones de dinero, ocultan su origen y maximizan las ganancias.
El informe destaca, además, las consecuencias negativas para la sociedad y el desarrollo que trae consigo el narcotráfico, como el aumento de la pobreza, la corrupción, la violencia, la desigualdad y el crimen organizado.
Debido a esto, la entidad que encabezó el informe ha pedido que los gobiernos empiecen a trabajar para dar solución a esta situación, reglamentando las plataformas y asegurándose de que el sector privado regule sus medios digitales. Jagjit Pavadia, presidenta de la JIFE ha declarado que “es imprescindible hacer frente a esa situación, no sólo por los usuarios actuales, sino también por las generaciones venideras, que utilizarán las redes sociales en su vida cotidiana”.