Somos fieles a nuestros ideales y no nos callarán nunca. Sabemos lo que queremos y lucharemos infinitamente por ello. Nos golpearán. Nos seguirán negando derechos básicos y nos seguirán matando, pero estaremos hasta el final porque donde nos maten floreceremos.

Foto Hans Peter

¿Por qué se celebra mundialmente el orgullo el día 28 de junio? Simple. La fecha se instituyó en conmemoración de los disturbios ocurridos en 1969, en Stonewall, un bar gay y de drag queens, en Nueva York, que marcaron el inicio del movimiento de liberación de la comunidad LGBTIQ+. Los operativos policiales, la represión, los golpes y los arrestos eran frecuentes. La diferencia esa noche fue que hubo una reacción: ponerle un freno a esa violencia y resistir.

Desde ese momento hubo un antes y un después en la historia de la comunidad LGBTIQ+. Se ejerció una resistencia a la violencia policial que buscaba “poner orden” en un lugar donde sólo existía amor y felicidad, simplemente porque “la moral pública” de una sociedad heterosexual encontraba fuera de lugar que personas con diferentes orientaciones sexuales vivieran su vida personal de la forma que ellos mismos quisieran.

Las lesbianas, homosexuales y transexuales se consideraban, y lamentablemente hasta el día de hoy sigue siendo así en algunos cerebros y lugares, una enfermedad mental que se combate en hospitales psiquiátricos, con electroshock o simplemente la muerte. Luchar por un derecho humano que se resume en querer vivir la vida que yo elegí, vivir y poder tener los mismos derechos que una persona heterosexual es lo que se busca en cada marcha del orgullo gay. Esta es la oportunidad donde la visibilidad se tiene que mostrar más fuerte que nunca y combatir la ignorancia de la gente con un “existimos y estamos aquí”. Respiramos igual que tú, hacemos caca con el mismo olor a mierda que tú u otros que eligen estar a dieta igual que tú.

Foto Diego Salinas Flores

Marchar va más allá de sentir orgullo de tu orientación sexual. Se trata de sentir orgullo porque tu orientación sexual no es un impedimento para andar por la vida viviendo a tu manera y luchando por tu felicidad, aún cuando la sociedad te discrimina por ser distinto y te niega derechos a raíz de lo mismo; derechos que todavía siguen estancados en el Senado. Por ejemplo, la Ley de Identidad de Género se está tramitando desde hace cuatro años y aún sigue en su primer trámite constitucional y lo que es peor, sigue aún en el mismo estado de tramitación debido a que se cita cada vez menos y no existe casi nunca quórum. Lo más grave de todo, es que la Comisión de Derechos Humanos del Senado, es la tercera que menos sesionó en el año 2016, con solo 25 sesiones. La Comisión de Constitución sesionó 90 veces, tragicómico diría yo. Un hermoso funcionamiento particular del Senado, hashtag Chile te amo.

Foto Movilh Chile

Hay que empezar a sentirnos orgullosxs amigxs y no amigxs de la diversidad. En nuestro colorido y empoderado mundo no discriminamos a nadie. Con respeto, igualdad y amor construimos nuestro propio mundo, con una tolerancia infinita en donde todos caben. Gays, lesbianas, transexuales, travestis, sados y todx el abanico que abraza las ganas de salir a la calle a gritar que existimos y nunca nos cansaremos de exigir algo tan mínimo como el derecho que tiene cualquier persona heterosexual.

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Somos fieles a nuestros ideales y no nos callarán nunca. Sabemos lo que queremos y lucharemos infinitamente por ello. Nos callarán. Nos golpearán. Nos seguirán negando derechos básicos y nos seguirán matando, pero estaremos hasta el final porque donde nos maten floreceremos. En esta lucha social no pedimos ni más ni menos de lo que básicamente merecemos.