La acción de Gabrielle Van Pelt resucitó luego de que un chico hiciera lo mismo con un senador derechista australiano.
Ayer te contamos sobre Will Conolly, adolescente de 17 años que se volvió viral tras romper un huevo en la cabeza de un senador racista que culpó a la inmigración descontrolada de los atentados en contra de dos mezquitas neozelandesas. En cuestión de horas, Conolly fue bautizado por los internautas como Egg Boy (niño huevo), siendo calificado como un héroe por su forma de combatir el fascismo.
Sin embargo, Will Conolly no fue el primero en implementar esta iniciativa. Probablemente el joven -aunque esto sea solo una suposición- se basó en la protesta de Gabrielle Van Pelt contra Bolsonaro el año 2017.
En ese entonces, el actual presidente de Brasil llamaba la atención por sus dichos misóginos y homofóbicos cuando era un parlamentario que comenzaba a coquetear con las intenciones presidenciales (que tal como sabemos se cumplieron de forma lamentable).
Durante la primera mitad del año 2017, Bolsonaro aseguraba que los niños brasileños estaban siendo adoctrinados por el PT al incluirse dentro de la educación preescolar textos donde se mostraban familias homoparentales.
En un acto de presencia en la ciudad de Riberao Preto a 300 kilómetros de Sao Paulo, Bolsonaro fue increpado en una cafetería por Gabrielle Van Pelt que arrojó un huevo a su pecho gritándole: “Homofóbico. No eres bienvenido”.
The great thing about egging fascists is you don't run the risk of breaking your hand. Eggs for 2019! RT @briantylercohen: Brazil's Bolsonaro just got egged now, too.
Thank you, egg kids. https://t.co/KgkW5waEcB
— andygates (@andygates) March 18, 2019
Pero si la situación para “Egg Boy” fue de veneración absoluta, para Van Pelt las consecuencias fueron nefastas: diputados de la cámara que apoya a Bolsonaro la trataron de intolerante y de no poder actuar de forma democrática frente a un discurso que no es de su agrado (palabras que nuestros honorables no se cansan de usar como método para justificar su propia violencia), e incluso muchos medios de contenido falso anunciaron que la chica tenía VIH y contagiaba tanto a hombres como mujeres a discreción.
Sin embargo, dos años después, su imagen ha sido reivindicada, y gracias a su actuar los huevos se han transformado en una forma en la que los jóvenes dicen “no” a los políticos impopulares. Sin duda que se merece un espacio junto a Egg Boy dentro de las figuras rescatables de internet, aunque debido a la presión mediática, Gabrielle se ha refugiado en el anonimato y no suele dar entrevistas.