El caso Catrillanca horrorizó a Chile. La forma en que las autoridades reaccionaron, encubriendo evidencia, mintiendo, creando prejuicios sin sancionar a los culpables como es debido, probó que la discriminación y abusos existentes hacia las comunidades indígenas de la Araucanía son reales y sistemáticos.

Camilo Catrillanca fue asesinado mientras manejaba su tractor camino a comprar aliños para un asado. Se encontró con efectivos del Comando Jungla, policía especialmente entrenada en Colombia, quienes dispararon a discreción dando muerte al padre de una hija.

Junto a Camilo iba un menor de edad que fue señalado como “M” por la prensa para así proteger su identidad. El menor fue golpeado por la policía, arrestado sin motivos justificados y peor: vio morir a su amigo teniendo que revivir el relato una y otra vez para las eventuales investigaciones.

La Tercera publicó un perfil psicológico hecho al joven que atestiguó los hechos. Viene de una familia cariñosa, donde no hay violencia o reportes de algún episodio semejante; M era como cual adolescente: iba al colegio, jugaba a la pelota y mantenía una relación sana con sus cercanos.

Todo eso se truncó luego de vivir un episodio como este. “M” ahora sufre de estrés postraumático, depresión, y depende de las pastillas para poder dormir. De lo contrario, sueña con el día en que murió Camilo una y otra vez.

Sus padres -en entrevistas con profesionales- aseguran que M pasa por episodios de irritabilidad y que a veces grita sin razón aparente.

En 27 páginas, la sicóloga forense Francisca Beatriz Pesse Hermosilla, de la Unidad de la Unidad de Sicología y Siquiatría Infantil del SML, describe al adolescente tras dos entrevistas. Una en su casa el 22 de noviembre de 2018 y otra en el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Temuco, el pasado 19 de marzo

Los únicos episodios de violencia que ha vivido M según esta serie de entrevistas, han sido aquellos donde la policía se enfrenta con su comunidad.

“No espero nada. O sea, que se haga justicia si es que se puede, porque la vida al Peñi Camilo ya no hay cómo devolvérsela” señaló M en el informe.

Por su parte, su situación ha sido catalogada como un “Quiebre Vital” por parte de los profesionales.