Lo que faltaba. Al parecer, tendremos al líder de la proliferación de la nueva ola fascista mucho antes de lo que pensábamos.

El estallido social que se vive nuestro país desde a mediados de octubre no parecer tener fecha de fin y nadie discute que las medidas que ha tomado el gobierno han sido insuficientes.

Sin ir más lejos y juicios de valor aparte, como respuesta al cambio de Gabinete ejecutado por Piñera el día lunes hubo una serie de protestas marcadas por el vandalismo, incendios en Santiago centro y una bien extraña respuesta medio indolente de parte de la policía.

Lo de ayer fue rechazado transversalmente y dejó imágenes diametralmente opuestas a la del viernes cuando un millón 200 mil chilenos se reunieron en Plaza Italia para pedir el término de los abusos provocados por el sistema neoliberal. Lo mismo ocurrió el fin de semana en regiones, siendo la que dejó las imágenes más imborrables la columna humana que se manifestó desde Viña del Mar hasta Valparaíso.

Este sistema incluso, ha sido rechazado por Donald Trump, que ha tomado medidas proteccionistas en Estados Unidos invirtiendo dentro de sus fronteras en lugar de intervenir en economías extranjeras (razón por la que Argentina no pudo “salir al mundo” como lo planteó Macri el 2015).

Pero pese a los ánimos y riesgos que implica la presencia de uno de los hombres con más rechazo a nivel mundial, Trump confirmó su presencia para la Cumbre Apec a realizar en Chile el mes de noviembre, justo cuando se cumple un mes del inicio y protestas en contra del sistema chileno.

“Sé que tienen algunas dificultades en este momento en Chile. Pero conozco a los chilenos y estoy seguro de que podrán resolverlo” sostuvo a través de Twitter.

https://twitter.com/manuelotec/status/1188925860914446336

La cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, reunirá por primera vez al líder americano con su homólogo chino. Ambas potencias se encuentran por primera vez tras declararse una guerra comercial que afectó economías emergentes tras las diferentes especulaciones del dólar frente a la inseguridad financiera.

Se estima y presume, que la firma para encontrar “la paz” podría ser en territorio chileno, aunque suena poco probable.

La soledad de Sebastián Piñera

Durante su segundo mandato, Sebastián Piñera ha intentado posicionarse como un líder regional.

Una semana antes del estallido social chileno, el presidente calificó a Chile como un oasis dentro de la región. Durante su primer año, Piñera ha apoyado fuertemente el gobierno de Jair Bolsonaro, defendiéndolo durante la quema indiscriminada del Amazonas. También se ha mostrado como un férreo opositor de Nicolás Maduro, participando junto a Juan Guaidó en el Live Aid Venezuela.

Pero pese a estas arriesgadas movidas diplomáticas, Sebastián Piñera se encuentra solo. Los líderes que tanto apoyó arriesgando y comprometiendo la imagen a nivel país, se han pronunciado de forma endeble para apoyarlo.

Juan Guaidó por ejemplo, utilizó sus dardos para -sin pruebas- para asegurar que la crisis chilena es provocada por Nicolás Maduro en su intento para desestabilizar la región.

Ha sido práctica de Maduro enviar financiamiento a través del Foro de San Pablo al igual que Hugo Chávez en su momento. Eso no es distinto a lo que intentan hacer hoy para tratar de infiltrar, desestabilizar, para tratar de vender un proyecto que ya a todas luces fracasó en el continente“, sentenció referiéndose también a la situación en Ecuador.

Mauricio Macri en parte, calificado en su momento como “El Piñera Argentino”, optó por el silencio debido a las elecciones donde se postulaba para un segundo periodo (y que perdió según los comicios celebrados el fin de semana pasado). Sin embargo, un funcionario del gobierno se refirió al situación de Chile en la televisión argentina de forma breve: “El espíritu de esto es visible: hay una mano que exacerba el reclamo legítimo que lo hace violento”.

Pero el mayor espaldarazo que ha vivido Piñera vino de parte de Bolsonaro, quien aseguró que e Brasil “las fuerzas militares sí podrían contener una revuelta social como las de Chile” y luego ironizó vía Twitter sobre Chile y la posición de Brasil en el continente.

Javier Torres/Aton Chile

Más que vida, nuestra libertad. ¡Brasil sobre todo! ¡Dios sobre todos!” dijo en una publicación que luego borró frente a las críticas. Bolsonaro se retractó y decidió explayarse de forma breve sobre su homólogo chileno, diciendo para la prensa que “tenía una buena relación con Piñera y esperaba que todo se solucionara pronto”.

Trump es el único de los mandatarios que se ha referido a la situación chilena de cara a la Apec. Ni siquiera Iván Duque, presidente derechista de Colombia, entregó su apoyo a Piñera pese a confirmar su asistencia a la cumbre. Las críticas han sido más fuertes: Cristina Fernández (ahora vicepresidenta del país vecino), puso como el ejemplo el fracaso del modelo económico de Chile como una forma de llamar a sus compatriotas para votar por el kirchnerismo en las elecciones pasadas.

Nicolás Maduro, también ha felicitado al pueblo chileno por “despertar”, haciendo alusión al sueño de Salvador Allende de ver repletas las grandes alamedas. Piñera deberá hacer frente entonces, a una crisis diplomática que lo castigó con una herramienta que no se esperó en su intento para ser el líder indiscutido de la región: la indiferencia y el silencio.