Me tomaré la libertad de comentar que escribir “estoy sentado junto a Shirley Manson hablando sobre el estallido social en Chile” es una frase tan improbable de teclear que aún me cuesta trabajo digerir que pasó. Supongo que una de las sensaciones comunes que todxs hemos experimentado durante estos 40-días-y-contando es la de irrealidad.

Pero es otro tema.

Sin embargo, esta sensación de incredulidad se vuelve más profunda cuando estás sentado frente a una de las cantantes más icónicas de la historia de la música alternativa. La líder de Garbage estuvo en Chile para grabar un capítulo de la serie documental Peace Peace Now Now que estamos co-produciendo junto a Alto Andes y Daniela Vega, y que reportea historias de mujeres que se han enfrentado a conflictos bélicos y escenarios de violencia extrema.

El capítulo que conduce Shirley se trata sobre las mujeres familiares de DD.DD. en la dictadura de Pinochet. Como una cruel y sórdida sincronía las grabaciones de ese capítulo coincidieron justo con el estallido social chileno, cuya represión policial ha despertado los peores recuerdos y fantasmas de una crueldad y violencia que jamás se pensó volvería a ocurrir.

Esto es lo que hablamos con ella.

Cuéntanos sobre la experiencia de conducir un documental. Comentaste que era algo nuevo y difícil para ti.

Tengo la suerte de tener una gran equipo que me ayuda, pero sí, ha sido una experiencia nueva. entrevistar a gente, porque he pasado toda mi carrera siendo entrevistada. Ha sido una experiencia nueva y bastante exigente, porque no hablo español, entonces me pierdo muchas sutilezas de las conversación lo que me hace sentir incomoda, pero igual las entrevistas que he hecho han sido extraordinarias.

foto Rony Armijo, IG

De las entrevistas que has hecho ¿Qué historia te ha afectado más?

Todo me ha afectado, no podría poner una cosa sobre la otra, porque todo ha sido muy profundo, ir a Villa Grimaldi fue tan chocante que a lo único que puedo compararlo es a cuando fui a Auschwitz en Polonia hace unos años, tiene el mismo peso, tristeza, oscuridad y dolor. Cuando me senté con Marta Roco y Joan Jara ya conocía el peso con que ellas cargan, pero han sido tan extraordinariamente valientes y optimistas, porque creen en el pueblo de chile, que terminó siendo algo muy inspirador.

¿Te provoca una sensación de sincronía haber venido a grabar un documental sobre DD.HH. en el mismo momento que estamos viviendo un estallido social en Chile, que siendo brutalmente reprimido?

La sincronía me parece extraordinaria, muy peculiar. Creo que hace que la historia que estamos grabando sea aún más desgarradora. Porque estamos a solo 40 años de los hechos que ocurrieron y estamos cometiendo los mismos errores de nuevo. La gente en el gobierno, en el poder, lo está repitiendo. No está solo pasando acá está pasando en varios otros países del mundo. Creo que subraya la importancia de hablar de estos temas, para que las nuevas generaciones sepan que no está bien y que hay que levantar la voz. Cuando hablé con Joan Jara me decía que estaba contenta de que las nuevas generaciones estén sacando la voz, sin miedo, porque hubo silencio por mucho tiempo en este país, casi 40 años.

foto Rony Armijo IG

Memoria e historia, decía Daniela Vega, no son conceptos de pasado solamente, sino que son gerundio, son conceptos que están sucediendo. ¿Cómo crees que puede aportar este documental a la situación actual?

El equipo completo de Peace Peace Now Now siente, sentimos, que es importante siempre sacar la voz por los muertos, los desaparecidos. Está esta frase que dice que uno muere dos veces en su vida, una físicamente, y otra cuando la última persona recuerda tu vida. Creo que no dejar que esas muertes y ese sufrimiento y esa lucha sean en vano, es nuestro trabajo. Así como es importante hablar de lo que está pasando con los estudiantes que están perdiendo sus ojos a manos de la policía. Es nuestro deber hablar de la violencia, del desequilibrio en el poder, y cómo poder cambiar esas cosas en el futuro, cómo cambiar la mentalidad de la gente. Creo que el arte siempre ha podido hacer eso, que de forma sutil y lenta, la humanidad cambie, evolucione.

En los 90 se hablaba mucho de “cambiar el sistema” pero nunca pasó mucho. ¿Por qué crees que fue esta generación la que finalmente se levantó?

Creo que las redes sociales han jugado un gran rol en unir a la gente. Un buen ejemplo es ver cómo ha crecido el feminismo, porque las mujeres se están juntando y ya no están aisladas en sus pequeños países. Todas pueden entender que a nivel mundial hay otras mujeres que piensan igual y todas juegan un rol en algo más grande desde donde sea que estén.

Lo otro es que es los jóvenes de hoy tienen pánico del futuro. Yo crecí en los 70 y entonces teníamos sueños de tener una casa, un trabajo, una cuenta bancaria, etc. Ahora tienes una generación a la cual le dicen: no hay futuro, tienes encima un severo cambio climatológico y hay un grupo de hombres negándolo. Entonces ven eso, que nadie se preocupa de evitar el desastre climatológico, porque están muy ocupados haciendo dinero. Jóvenes que no pueden encontrar un lugar donde vivir, que no pueden pagarlo, pasa acá en Chile, en Los Angeles, en todo el mundo. Eso es algo que ha penetrado la consciencia de la juventud globalmente. Están en una situación donde no tienen nada que perder, y eso es algo que a mi generación le cuesta entender, porque siempre tuvimos algo que perder. Ahora tenemos una generación mundial sin nada que perder, enojados, literalmente con la mierda al cuello, y quieren hacer un cambio. Es realmente excitante, porque podría traer cambios, ser beneficioso no solo para los jóvenes chilenos, mujeres, marginalizados, sino para todos. Para mi suena sencillo y yo no soy una política, académica, intelectual. Soy solo una estúpida cantante y me parece claro que algo debe cambiar y debe cambiar pronto.

foto Rony Armijo IG

¿Cual crees que es el rol del arte en este escenario?

Es divertida la pregunta, digo, pasa que me siento incómoda como extranjera, de estar en Chile en este momento crucial de su historia. Me da un poco de vergüenza que me estén entrevistando con una cámara, porque la cámara debería estar en las calles. Por otro lado se que hay, y también se que es importante que la gente de afuera sepa lo que está pasando acá y hable de eso. Pero no sé, no estoy acá para salvar el mundo, no soy Bono, no quiero estar en esos zapatos. Pero estoy consciente de que el arte, es decir la música, teatro, las películas tocan el corazón de la gente de una forma que la política, y todos tenemos un rol en tratar sutilmente de cambiar el status quo.

Por último, y entendiendo lo que quieres decir cuando dices que no eres Bono ¿Tienes un mensaje para la gente de Chile?

Junto con repetir que no traigo un gran mensaje ni nada de eso, me gustaría decirles que veo lo que está pasando en las calles, y estoy inmensamente inspirada y conmovida. El mundo está mirando, mucha gente me dice preocupada que nadie está pendiente de lo que está pasando y no, de nuevo, las redes sociales han cambiado las reglas del juego, y el juego. Antes de llegar acá ya sabía lo que estaba pasando. Mis amigos también. Vi el reportaje del New York Times sobre el salvaje abuso de la policía a jóvenes estudiantes, deliberadamente reventándoles los ojos para arruinar sus vidas. Es despreciable. Yo creo en la libertad de expresión y entonces ¿Por qué no pueden los jóvenes estar en las calles peleando por sus derechos, por lo que creen y quieren, sin tener que sufrir ese tipo de ataques? Quiero que la gente de Chile sepa que el mundo está mirando lo que pasa acá, está pendiente, está inspirada por ustedes y los está apoyando, está de su lado. Es muy conmovedor lo que está pasando.