Por pedir la derogación del Decreto Ley 701, la dirigenta de la Fech recibió descerebradas amenazas del tipo “vamos a ir a tu casa a violarte”.
Fotos por: Frnk
Luego de la avalancha de trolleos que sufrió la dirigenta tras responsabilizar a las forestales de los incendios forestales en el sur, Bárbara Brito conversó con nosotros para discutir de su rol político y las luchas que debe dar a diario. Entre discriminación de género, descalificaciones y hasta amenazas de muerte, Brito sabe que el camino es difícil, pero decidió emprenderlo. Nos explicó por qué:
“En mi rol de vicepresidenta, uno tiene que hacerse cargo de los problemas más cotidianos de los estudiantes. En ese contexto, se acercó una compañera de Agronomía que era de Pumanque”, explica Brito, quien tenía nociones de la catástrofe que ocurría al sur de nuestro país, y que sigue quemando miles de hectáreas de bosque nativo y de plantaciones de pino y eucaliptos. Bárbara sindicó a las empresas forestales de tener un papel importante para que terminara desencadenándose la emergencia. “No estoy diciendo que Angelini y Matte fueron a prender fuego, muchos lo caricaturizan. Lo que digo es que las grandes forestales impulsaron un modelo de producción extractivista: provocaron crisis hídricas y permitieron una mayor propagación de los incendios”.
Especificando el aspecto más polémico de lo que ocurre en el sur con los incendios forestales, Brito apunta al Decreto ley 701, promulgado en 1974, que bonifica e impulsa el desarrollo forestal, a través de beneficios para las forestales. Lo que decidieron los dirigentes estudiantiles en el Confech, es solicitar la derogación de este decreto. En el marco de la manifestación contra las empresas forestales, Bárbara aprovechó para comunicar su adherencia a la convocatoria realizada por SER, (Somos Eco Restauración) a una marcha este jueves 2 de febrero. “Todas y todos a manifestarse contra Arauco y CMPC, las verdaderas responsables de la catástrofe medioambiental y social que estamos viviendo”, llamó desde sus redes sociales.
Sus dichos, que apuntaban a expropiar a las empresas forestales, llegaron a ojos y oídos de sectores conservadores y apropiados del concepto “liberal”. “Lo que más les molestó fue que atacáramos sus bolsillos, que les cuestionaran las ganancias. Tengo la posición de que las empresas forestales deben ser estatizadas porque eso fue arrebatado por Pinochet. A esos tipos no se les tiene que indemnizar ni un solo peso, han saqueado durante mucho tiempo las tierras y han explotado a los trabajadores”, enfatiza.
Por el hecho de exponer sus opiniones, Bárbara, – que además se desempeña como vocera nacional de la organización feminista Pan y Rosas y es dirigenta estudiantil del Partido de Trabajadores Revolucionarios – recibió un sinnúmero de acusaciones e insultos. “Había neonazis, UDI, liberales, del Partido Liberal, de Evópoli. Tipos con la foto #NadieMenos. “Vamos a ir a tu casa a violarte”, te vamos a meter ratas”, fueron algunos de los mensajes que le llegaron.
Al compartir su situación con otras dirigentas, a Brito le preocupó la naturalización de diversas prácticas sexistas y que hacen un flaco favor a la igualdad. “Muchas veces uno se compra el tema de que uno le está dando color o que se está victimizando: yo no soy víctima, yo estoy haciendo un debate político contra la misoginia. Es una responsabilidad el no quedarse callada. Si lo hago siendo dirigenta, imagínate para las compañeras que no tienen un lugar para hacer escuchar su voz”.
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