A sus 101 años, Josef Schütz recibió una condena de cinco años por su participación en crímenes cometidos en un campo de concentración, cuando era guardia de las SS en la Segunda Guerra Mundial. El juicio fue pospuesto por razones de salud y él sólo podía asistir por un máximo de dos horas diarias en las audiencias.

Desde octubre que el Tribunal Regional de Neuruppin en Alemania se encontraba a la espera de poder emitir un dictamen sobre el rol como cómplice de asesinato de Josef Schütz. Los crímenes por los cuales el hombre de 101 años fue encontrado culpable se cometieron durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de concentración de Sachsenhausen, en el que se desempeñaba como guardia.

Si bien es posible cifrar en cerca de 200 mil la cantidad de personas que fueron detenidas allí entre 1936 y 1945, los números de muertos varían desde 40.000 a 50.000 según expertos. De esta última cifra, Schütz participó como cómplice del asesinato de 3.518 personas.

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El juez Udo Lechtermann apuntó en la sentencia que, mientras Schütz se desempeñaba como guardia en el campo de concentración apoyó voluntariamente “el exterminio masivo”, ya que todas las personas que querían huir fueron fusiladas, por lo que él participó activamente.

Esto fue negado por Josep Schütz, asegurando que su trabajo fue de peón agrícola en Pasewalk, lo cual fue refutado por el tribunal con documentos que mostraban su nombre, fecha y lugar de nacimiento.

Actualmente, el hombre vive en Brandenburg y su condición de salud no le permite realizar traslados, por lo que el tribunal se instaló en un gimnasio de la ciudad para realizar el juicio, que concluyó con una sentencia de cinco años para Schütz.