La academia se cuadra con el #RenunciaChadwick.
El especialista en seguridad pública y profesor de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, considera que la remoción de Hermes Soto como general director de Carabineros no soluciona el problema de fondo en la institución, que es la autonomía con que actúa.
Por eso, considera indispensable realizar una reforma de mayor envergadura, pero advierte que para ello se necesita un cambio constitucional que requerirá de un amplio consenso. A su juicio, el actual titular de Interior no cumple con el perfil para alcanzar ese objetivo.
Pese a que no renunció voluntariamente, el general director de Carabineros, Hermes Soto, fue removido de la institución por decreto, documento dictado por el Presidente Sebastián Piñera. La decisión se produce luego de que se dieran a conocer videos donde efectivos policiales registran el operativo que terminó con la muerte de Camilo Catrillanca.
Pese a la resolución del Mandatario, el ex jefe de la División de Seguridad Pública del Ministerio del Interior y académico de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, considera que el cambio no resuelve la crisis que afecta a la institución policial.
“El hecho de cambiar al general director de Carabineros puede ocultar la necesidad de tomar medidas más de fondo”, sostiene.
“Es una manera de tranquilizar todo: como Gobierno se da vuelta la página y la preocupación termina pasando por hacer cambios menores. Lo que la institucionalidad exige son cambios mayores, una reforma policial que intervenga a fondo la institución y modernice todos los sistemas de control, normativos, de fiscalización y de monitoreo del personal”, afirma.
Para el especialista, los problemas que acarrea la institución policial vienen desde hace años y los casos de corrupción y Catrillanca lo único que han hecho es visibilizar dichos problemas.
“Hay una situación de crisis institucional que derivó de fallas en los aparatos de control, en los procedimientos policiales, en la falta de protocolo y en una institución con un ánimo corporativo de defensa férrea, que no permite el acceso del mundo civil”, afirma.
En ese sentido, considera que el ministro del interior, Andrés Chadwick, no genera los consensos necesarios ni a nivel político ni a nivel social para impulsar esta reforma, por su posición a un extremo del arco político (la UDI) y por su pasado durante la dictadura.
“Carabineros ha gozado de una independencia y autonomía importante que se acarrea desde hace muchos años atrás, del tiempo de la dictadura. Tienen una Ley Orgánica Constitucional y, por lo tanto, para modificarla hay que tener los quórums necesarios a fin de generar una ley con rango constitucional, ya que ahora están muy blindados y pueden incluso ofrecer resistencia al Poder Ejecutivo”, señala.
Finalmente, el especialista recalca la necesidad de que la persona que lidere el proceso tenga un alto nivel de aceptación en los distintos sectores de la sociedad chilena. “Se requiere un consenso a nivel nacional de que la institución hay que reformarla, lo que significa tener un equipo con expertos extranjeros en modernización policial y hacer los cambios a través de cuerpos normativos, en la administración y operación interna de la institución”, concluye.