La que se acerca es la sexta extinción masiva que ha sufrido la Tierra, pero es la primera provocada íntegramente por el ser humano.

La más famosa fue responsable por la desaparición de los dinosaurios y se llama la “Extinción del Cretácico-Terciario”. Una extinción masiva se caracteriza por una caída brusca en la biodiversidad y en la cantidad de organismos complejos. Siempre va a haber extinciones pero cuando la tasa de extinción acelera exponencialmente, se pasa de ser parte del ritmo natural y se convierte en una crisis para la vida en la Tierra.

 

La tasa histórica de extinciones

 

Las primeras cinco extinciones masivas fueron el resultado de cataclismos geológicos o galácticos. Los científicos están de acuerdo con que la extinción del Cretácico-Terciario se debe al impacto de un asteroide con una fuerza mil millones de veces más potente que una bomba atómica. En los minutos inmediatamente después la temperatura terrestre subió tanto que mató a cualquier animal expuesto. Luego, las nubes de polvo taparon el sol e impidieron la fotosíntesis por hasta un año. Las causas de otras extinciones masivas son más difíciles de investigar pero parece que fueron el resultado de grandes erupciones volcánicas que trajeron efectos similares a los del asteroide.

Ahora mismo estamos experimentando la sexta extinción masiva. Desde hace 10.000 años, y acelerando fuertemente luego de la revolución industrial, la tasa de extinción está entre 100 y 1000 veces su típico nivel histórico. A diferencia de otras extinciones masivas, la actual no se debe a ningún factor externo a la vida en el planeta. Por primera vez en la historia de la tierra, la causa de la extinción masiva proviene la biosfera y de una especie en particular: homo sapiens.

Parece que como especie tenemos similar fuerza destructiva a un súper volcán o un asteroide. Las extinciones causadas por homo sapiens empezaron con el fin de la última edad de hielo. Los glaciares habían impedido la conquista de tierras nuevas pero con su desaparición, pudimos expandir nuestro territorio. Cada vez que la raza humana colonizó un hábitat nuevo, las especies de megafauna desaparecieron. Luego, con la llegada de la revolución industrial nuestro impacto en el medio ambiente llegó a niveles jamás vistos. La Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) detalla todas las especies en eminente peligro de extinción. De un total de 63,837 especies que la comunidad científica investigó, 19.817 están en peligro y este número está en constante aumento. Para dar algunos ejemplos, podemos esperar que dentro de nuestras vidas los rinocerontes, los primates, las jirafas, los elefantes y los grandes felinos se extinguirán. Cuando llegue el fin del siglo XXI, los expertos estiman que habremos perdido la mitad de todas las especies de fauna.

Chile no se salva de este problema. Comparado con otros países, Chile no es un lugar de mucha biodiversidad, con solo 31 mil especies nativas, esta cifra es sólo un 1,5% del total mundial. Sin embargo, según los últimos datos del Ministerio del Medio Ambiente, son más de 750 especies amenazadas. Esta categoría se aplica a todas las especies con al menos un 10% de probabilidad de extinción en los siguientes 100 años. De esas, 18 especies ya se han extinguido y son más de 100 las que están en peligro crítico, lo cual implica una caída de al menos un 80% de la población en los últimos diez años. Si la tendencia sigue así, su extinción es inminente.

Por esta razón, en POUSTA vamos a empezar una serie de artículos detallando el estado de conservación de algunas de estas especies con un particular énfasis en los principales obstáculos para su recuperación y las posibles soluciones o iniciativas existentes que buscan revertir la lamentable tendencia.

Vamos a enfocarnos en algunas especies emblemáticas como el Huemul, el gato andino o el zorro chilote no porque son más importantes que otras especies sino porque creemos que son los mejores embajadores de la naturaleza y la biodiversidad. Así que atentos, porque es responsabilidad de todos protegerlos.