Lleva la mitad de su vida actuando. Partió a los 16 con el teatro callejero y en la actualidad y con 31 años, ha conseguido el mérito de lograr un espacio en la televisión chilena reticente a recibir nuevos rostros debido al alza de la demanda de contenido online.

En esta oportunidad nos comentó la  importancia que tienen los actores en un mundo que se polariza y la violencia que generan las redes sociales al darnos la libertad a diestra y siniestra de comentar lo que queremos de forma poco empática. Todo esto conectado a una forma de arte marcial milenaria que enseña y a la cual puedes asistir.

POUSTA: Respecto a las situaciones de intolerancia racial y fanatismos repartidos por diferentes países del globo ¿Cuál es tu percepción del panorama mundial actual?  

Hay una debilidad en el hombre que tiene que ver con los fanatismos, cualquier tipo de ideología o pensamiento que sea llevado al extremo siempre es algo peligroso e históricamente siempre desencadenan problemas y crisis. Lo curioso es que aquellos fanatismos están ligados a un deseo de unión que terminan llevando al odio, todo lo contrario y lo rechazo absolutamente. Mi visión es que se puede trabajar desde uno mismo, confiar que ese trabajo del día a día se puede ir replicando en los círculos a los que uno pertenece y la reacción que esto genera en cadena.

POUSTA: ¿De qué forma puede contribuir el teatro a crear una sociedad más empática entonces?

La actuación  tiene un espacio en el que se representan ideas, deseos, emociones, y el alcance temático que uno puede generar tiene una tremenda potencialidad. Me gusta incitar o intentar inspirar un mundo más amable para alejarnos del espacio del odio y eso puede pasar desde ver una teleserie hasta una obra que te deje pensando en todo ámbito de cosas. Todo puede tener un potencial de inspiración. El tema es si uno está preparado para poder recibirlo o no.

Me gusta incitar o intentar inspirar un mundo más amable para alejarnos del espacio del odio.

POUSTA: Ante las dificultades que se presentan a la hora de realizar teatro en nuestro país ¿Cuál es tu visión general?

El teatro está segmentado respecto a las capacidades de pago y los hábitos de acudir a funciones. Como país tenemos pocas prácticas cotidianas referentes a lo escénico en general, como la danza o el fomento de la lectura. No me cabe duda que de alguna manera indirecta el teatro forma parte en la construcción de la identidad de las personas y por eso en otros países el gobierno lo fomenta y financia. Sin embargo, mi visión es positiva porque hubo momentos donde la forma de hacer teatro en Chile fue clandestina y se está generando una apertura a nuevas obras, aunque sigue siendo ingrato.

 

POUSTA: ¿Cómo se enfrenta un actor de televisión a la inmediatez de la era Netflix?

Estamos en un tiempo en que el espectador están en un proceso de cambio de percepción y experiencia de nuestra realidad que para mi gusto es exponencial a cuanto su velocidad de modificación.  Sin embargo la televisión abierta se mantiene y según yo, tiene para rato porque te conectas con lo que está pasando en tu país. Claramente ha cambiado el modelo desde la paciencia a la inmediatez y esa conducta de lo desechable se replica en las relaciones y las experiencias personales.

La televisión abierta se mantiene y según yo, tiene para rato porque te conectas con lo que está pasando en tu país.

POUSTA: La conducta de lo desechable también puede aplicarse  a las redes sociales ¿cómo te relaciones con ellas?

Partí con Facebook hace tiempo y me di cuenta que se empezó a convertir en un lugar de mucho morbo y se generaba mala onda. Después fui viendo las potencialidades para ampliar mi actividad laboral en Instagram y observo mucho la conducta que tengo frente a la respuesta que genera lo que comparto con el público.

POUSTA: ¿Qué tanto afecta cuando esta respuesta en negativa como parte de la cultura del “troll”?

Me han dicho comentarios en redes sociales como “actúas como el hoyo” o cosas que tienen que ver desde lo que soy con mi oficio, aunque con el tiempo uno se va curtiendo y te acostumbras. Bloqueo si los comentarios llegan a ser muy violentos o sistemáticos. También me han dicho narigón culiado o cosas así pero no entran balas.

 

¿El hábito del deporte fue algo que se te inculcó desde niño o se transformó en un gusto adquirido con el tiempo?

Mis papás me incentivaron a hacer karate y fútbol desde los seis años. A los 16 estaba en búsqueda de algo –no sé qué- y jugábamos con un amigo a hacer trapecio y posterior a eso incursioné en el teatro físico. Nunca en mi vida he ido a un gimnasio. He buscado siempre entrenar a través de disciplinas que te aporten esa separación entre cuerpo y mente. Ahí apareció el arte marcial que estoy haciendo ahora, kalarippayattu, y gracias a eso me he podido ir desarrollando y poder hacer el click entre las capacidades que uno tiene y ponerlo al servicio de la actuación.

POUSTA: Cuéntanos sobre el lugar donde realizas clases de este tipo de arte marcial  

Es un espacio de danza que se llama La vitrina, ubicado en Marín 0349. Kalarippayattu es un arte marcial del sur de la india que tiene un desarrollo integral del individuo. Te vas entrenando, pero a la vez, te va aportando algo a través del día a día.


Créditos

Fotografía: Nain Maslum. 
Producción/arte: Jorge Ramirez.
Estilismo: Obvioquesi.
Makeup: Fer Uribe.
Agradecimientos: Puma, Top-Man, Calvin KleinEstudio Fé.

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