Podríamos pensar de forma muy inocente que FaceApp es una extensión de Facebook o simplemente un juego inocuo que se ha transformado en la herramienta favorita de la semana para millones de personas.
Los resultados realmente son sorprendentes: si bien hace algunos años la aplicación había “envejecido” y “cambiado de sexo” a varios usuarios, esta vez volvió con tecnología de punta haciendo que las fotos tengan una exactitud que da un poco de miedo.
Pero existe un pequeño gran detalle: la herramienta utilizada tanto por Taylor Swift como por Drake contiene una cláusula en sus términos y condiciones (aquella parte que nadie lee nunca), donde accedes al derecho de que tus fotografías puedan ser modificadas, reproducidas y publicadas por la empresa Wireless Lab con sede en San Petersburgo, Rusia.
Esto significa que tu foto podría terminar en un cartel gigante promocionando las AFP del país europeo y que ni siquiera te enteres (ni menos ganes un peso por ello).
“Cuando usas la aplicación le garantizas a FaceApp tu imagen de forma irrevocable, sin ganancias, con permiso para adaptar tu rostro en todos los formatos existentes dentro los medios de comunicación; no se trata de tan solo compartirlo con tus amigos” sostuvo James Whatley, directo de Comunicación Digital para The New York Post.
Pero la situación se torna mucho peor: Ariel Hochstadt, experto en seguridad, dijo a The Daily Mail que al entregar permiso para que la aplicación acceda a tu galería, también puede obtener tu nombre, correo electrónico y número de teléfono. Y peor: también puede grabarte sin que te des cuenta.
Lo peor es que no puedes eliminar la aplicación y arrepentirte tranquilamente, porque desde ahora las oficinas de Wireless tienen los derechos de forma legal sobre tu imagen (después de todo, tu mismo aceptaste dárselo bajo sus términos y condiciones). Por ende en un futuro no muy próximo, puede que te conviertas en un meme famoso de Ekaterimburgo o andes por ahí en algún folleto de Moscú. Quien sabe.