Encontramos a Fénix botado en un basurero. Tenía sarna. Pero ya está sano y listo para ser adoptado.
Estaba en Temuco para el cumpleaños de mi polola. Vivimos en Santiago pero ya que ella es de allá fuimos por el fin de semana a celebrar con su familia y amigos. Era sábado en la noche. Íbamos a hacer un carrete en la casa. Eran tipo las diez de la noche cuando empezaron a llegar los primeros invitados. Habían llegado algunos cuando apareció Pablo. Venía con la cara para la cagada. Después de preguntarle que le pasaba nos contó que había visto un perrito encima de algunas bolsas de basura que estaba en muy mal estado.
Junto con mi polola, los tres salimos a ver el perrito. Estaba temblando y no tenia energías ni para levantarse. Saqué mi celular para ver con la linterna. El perro tenía heridas por todo su cuerpo y además se estaban abriendo a sangrar. Le faltaba pelo en todas partes. Evidentemente, tenía un problema de piel. Le encontramos una caja de cartón, echamos un polar a dentro, y le dimos comida y agua. Al tiro se puso a comer. Parecía que no lo hacía hace varios días.
Al día siguiente lo llevamos al veterinario y ella lo diagnosticó. Tenia sarna y necesitaba ser tratado de inmediato. El tratamiento de sarna dura seis semanas y contempla una inyección semanal, acompañada con baños. Como mi polola y yo no vivimos en Temuco, y volvíamos a Santiago esa misma noche, nos era imposible traerlo. Al final decidimos pagar su estadía entera con la veterinaria, a un significativo costo personal. Tanto a nosotros como a él, no nos quedaba otra.
De a poco hemos podido reconstruir la historia de nuestro Fénix, nombre que le pusimos, con la esperanza que de estar a punto de morir se levantará y empezará a vivir como nuevo. Alguien lo botó a la basura afuera de la casa de mi polola. Es imposible que se haya subido solo encima de la basura. En el momento de encontrarlo Fénix no tenia energía ni para levantar su cabeza. Con la veterinaria descubrimos cicatrices en su cuello que cuentan que había sido amarrado con un alambre. La veterinaria estimó que tiene entre dos y tres años de vida. Suponemos que vivió toda su vida así. Lo mas probable es que el dueño anterior no se preocupaba de su condición y cuando llegó al estado en que lo encontramos decidió botarlo a la basura como objeto desechable. Que cruel puede ser la humanidad.
Lo que me da más rabia fue enterarme de que la inyección contra sarna cuesta mil pesos. Luca. Por el precio de una cerveza, este dueño podría haber cuidado bien a su perro. La sarna deja a los perros en un estado terrible y los puede matar, pero existe cura. Para ahorrarse un par de lucas, el dueño de Fénix estaba dispuesto a extinguir su vida.
Fénix ya lleva tres semanas con la veterinara y está cada día mejor. Ha recibido tres inyecciones y le quedan solo un par más. Estamos buscando un amo para él, alguien que lo pueda cuidar y entregarle una linda vida. No es agresivo para nada. pero sí es miedoso. aunque nos han dicho que se le está quitando el miedo. Lo difícil para nosotros es justamente encontrar alguien que se enamore de Fenix. En total honestidad, está feo. Eso es el resultado de la sarna. Solo tiene pelo en la mitad de su cuerpo y tiene cicatrices en todas partes. Con el tiempo, sin embargo, se verá mejor. Pasa lo mismo con todos los perros con sarna. Mantengo intacta la esperanza de que cuando se recupere se verá mejor y su historia conmovedora motivará a alguien hacer algo realmente bueno por este perro.
Pensando más allá del caso particular de Fénix, he empezado a reflexionar sobre cómo evitar más casos como el suyo. Se me ocurre ofrecer pagar el tratamiento de cualquier perro de Temuco que tenga sarna. ¿Por qué la municipalidad no hace algo al respeto?¿Existe alguna ONG que está dando la batalla contra el abandono de perros con sarna?
Me contacté con Jiabi, presidente de Fundación Vidanimal, para aprender más sobre la recuperación de perros con sarna. Me contó que las ONGs y las municipalidades en general no tratan a animales de la calle, porque el tratamiento debe ser continuo y administrado por una veterinaria. En mi experiencia con Fénix, lo que más nos ha costado ha sido la estadía. Es claro que a mayor escala esto no es financieramente sustentable.
Lo que hace Fundación Vidanimal es tomar los casos de a uno. Cuando toman un caso, lo rescatan, le dan el tratamiento full y luego intentan darlo en adopción. Lo trágico, segun Jiabi, es que muy pocas personas quieren adoptar un perro adulto. Tienen la política de no volver a soltar los perros a la calle, algo que después de considerarlo habíamos descartado también.
Según Jiabi, la razón por la cual hay tanto perros en la calle es la falta de cultura animal. Por supuesto en el caso de los perros con sarna, los dueños no se salvan con la excusa de que el tratamiento es caro. O no quieren gastar la plata, o no saben que es una condición totalmente tratable, con una cura bastante barata. Lo ideal sería educar a los dueños no soltar a los perros con sarna y facilitar su tratamiento. Quizás piensan que no quieren un perro feo. Pero lo bueno, y a la vez la tragedia de la sarna, es que los perros vuelven a ser lindos después. La Fundación Vidanimal ahora está con el caso de Goliath, un perro que vivía con sarna en La Vega de Santiago hasta que lo adoptaron. Ahora es un perro lindo y feliz, pero sin amo.
Necesitamos personas que se encarguen de cuidar a estos perros y entregarles la vida que siempre se han merecido.
A continuación está el video que cuenta la historia del Goliath:
Si estás interesado en Fénix, puedes contactar a Frida von Jentschyk. Lo mas urgente es un dueño, pero también aceptamos donaciones para pagar su estadía en la veterinaria. Esta es la pagina de Fundación Vidanimal, donde puedes donar o preguntar sobre la adopción de perros rescatados, como Goliath.