Si a algún creativo de una empresa publicitaria le dijeran que tiene que advertir en una campaña sobre los peligros mortales a los que se expone la gente debido a su imprudencia en el Metro , lo mas probable sería imponer miedo. Utilizaría muertes trágicas o situaciones traumáticas que pretenden generar impacto.
Pero en el caso de la campaña de el Metro de Melbourne, decidieron crear conciencia a partir del humor, también usando unas atractivas animaciones, todo envuelto en una canción que se queda pegada en el cerebro. O sea, darle un giro a lo trágico como el mejor golpe.
La música es obra de John Mescall y las animaciones gentileza de Julian Frost. Con ustedes “Dumb Ways to Die”