A través de estas fotografías inéditas podrás descubrir cómo se fue gestando muy de a poco uno de los fenómenos políticos más importantes del último tiempo.
Texto y fotos por Fernando Ramírez
3 de abril, Plaza Italia.
Estoy parado junto al equipo de comunicaciones de Revolución Democrática esperando a que aparezca la Bea. Me soplaron hace unos días que es la potencial candidata del Frente Amplio y acá estoy esperando a que llegue. Sé quién es pero no la conozco personalmente. Me gustan los comentarios que hace en la radio y que usualmente escucho mientras edito fotos.
Aparece. La prensa se viene encima. Fotos. Habla fuerte y golpeado. Me gusta. No tiene ni un atisbo de estar nerviosa. Giorgio y Gabriel la acompañan. Comunicaciones me pide una foto con los frenteamplistas presentes y la Bea. Le pido a los gráficos que retrocedan. Los gráficos odian a los fotógrafos que dirigen las fotos, sobre todo si son miembros de un partido político. No hay problema, yo los odio de vuelta. Armo la foto. Disparo.
Los gráficos odian a los fotógrafos que dirigen las fotos, sobre todo si son miembros de un partido político. No hay problema, yo los odio de vuelta. Armo la foto. Disparo.
Así empieza todo.
28 de abril, sede RD
Llevamos 3 semanas juntando firmas. La rutina es levantarse temprano, ir a los medios a dar entrevistas y salir a pedir firmas. Todo el Frente Amplio está ayudando a juntar las 40.000 firmas que necesitamos para poder inscribir la primaria. Es un proyecto grande. Un buen voluntario, trabajando duramente, puede conseguir unas 30-40 firmas en 6 horas. La gente no quiere saber nada de firmar por partidos políticos. Algunas personas firman pero hay otras que nos miran feo. Nos desplegamos en todo Chile pero los esfuerzos se concentran en Santiago, específicamente en las estaciones de metro en hora punta y las ferias.
La Bea va a ver a los voluntarios, les da ánimo. Habla con la gente. Le dicen que creen en ella. Firman. Otra estación. Más firmas. Repetir todo el día. A las 22:00 llegamos al comando. Ahí unos 40 voluntarios tienen que digitalizar la información de las fichas, revisar que la persona no milite en otros partidos y responder miles de veces la pregunta/captcha de la página del SERVEL. Los candidatos a diputado también tienen que conseguir firmas. Eso les permite empezar a desplegarse en terreno.
Beatriz les habla, los abraza, saca la basura, les trae agua. A veces el equipo bautizado “No Soy un Robot”, en referencia al captcha, se queda hasta las 5 am digitando. Nadie les paga. Creen en esto. Y muchos se van directo a la universidad, al trabajo y vuelven al otro día a digitar más fichas o a pedir las firmas en las salidas del metro y las ferias.
Empezamos a ver resultados. Llevamos unas 20.000. El último fin de semana abrimos la sede todo el día para los que quieran firmar. Llegan ancianos. Familias completas. Gente con muletas. Algo está pasando.
20 de Julio, Plaza Italia.
Hay una manifestación en a favor de la aprobación del aborto en 3 causales.
Específicamente, una velatón previa a la discusión parlamentaria. Beatriz Sánchez llega en metro. Hace tiempo que es activista a favor de los derechos reproductivos de las mujeres y hace menos de un mes que ganó la primaria del Frente Amplio.
Tranquilamente se acerca a la escalinata donde están las velas. Prende la suya y retrocede. Se siente más cómoda entre los activistas. Conversa con gente que la felicita por su nominación. La acompañan un par de personas de prensa del comando. Las cámaras de televisión de los canales y los reporteros gráficos se le acercan. La fotografían respetuosamente. Le piden que hable. Ella les dice que no va a dar declaraciones.
La acompañan un par de personas de prensa del comando. Las cámaras de televisión de los canales y los reporteros gráficos se le acercan. La fotografían respetuosamente.
De pronto, las cámaras giran sus luces hacia otro lado. Se escucha “viene Guillier” y los gráficos salen corriendo tras la noticia. A Alejandro lo acompaña su séquito de adherentes. Viene con unas velas. La Nueva Mayoría ha tenido problemas para aprobar las 3 causales y el ambiente es tenso.
La gente empieza a gritarle cosas. “Que se vaya” , “sin respeto” , “¿Que hace aquí?”. En ese minuto, los periodistas que intentan registrar el momento en que el senador pone las velas, pisotean las demás y apagan otras tantas.
La gente se emputece. Se acercan al senador y su séquito con cara de pocos amigos.
Rápidamente el senador emprende la retirada.
La Bea se va caminando a un local de por ahí. De nuevo la acosan los periodistas. Pero se va y les repite que no va a dar declaraciones.
Creo que esta anécdota representa lo que me tocó cubrir durante esta larga campaña. Desde el 4 de abril hasta el 19 de Noviembre de este año. Vi a un naciente Frente Amplio pasar por un proceso de conformación, llegando a una primaria y luego una carrera presidencial con errores y aciertos. Y muy pocos recursos, pero con una forma distinta de pararse frente a una campaña; desde el sentido común que empezó con las marchas de 2011 y se consolidó con la gestión de los 3 diputados que tenía el Frente Amplio; Gabriel, Giorgio y Vlado.
Los sentidos comunes han permeado a las orgánicas que son parte del Frente Amplio; nosotros no interpretamos a los movimientos sociales; somos parte de ellos. Hacemos campañas con voluntarios. Usamos Facebook , Instagram y Twitter. Nos gusta volantear y conversar con gente. No nos gustan los escoltas ni demasiada atención mediática.
11 de Agosto, comando Sara del Campo.
La gente a veces nos pregunta como lo hicimos. La verdad es que no hay una respuesta. Lo que hicimos fue usar nuestro sentido común y hacer las cosas que nos parecían bien. Obviamente cometimos muchos, muchos errores, pero a la larga creo que tuvimos más aciertos que faltas.
Ese sentido común del que hablo, se reflejó en la forma de trabajar dentro del comando.
En primer lugar, estábamos todos juntos. Nada de reuniones de la dirigencia en otros lados, ni de excluir a personas de ciertas áreas. Lógicamente había momentos en que era necesario hacer reuniones de equipos de forma más privada, pero siempre de forma transparente. El modelo de trabajo era más parecido a una sala de prensa con periodistas que trabajan de forma horizontal a una organización política muy vertical.
Creo que Beatriz tuvo mucho que ver en esto.
Ahora, tuvimos problemas muy de milennials. Por ejemplo, cuando armamos los equipos de trabajo, una de las prioridades es que las personas fueran confiables, trabajadoras y que pertenecieran, ojalá, a algunas de las orgánicas del Frente Amplio.
El tema es que nunca se nos pasó por la cabeza que fuera necesario saber manejar. Y cuando tienes que mandar propaganda, instalar balconeras, mover a la “avanzada” , ir a buscar banderas, trasladar generadores etc. etc. es muy necesario contar con una camioneta para moverse. Y camionetas se pueden conseguir, pero choferes es más complejo, sobre todo en horarios laborales. Los voluntarios que podían manejar batieron sus propios records de horas tras el volante.
Una de las cosas que más agradezco de esta campaña fue el sentido del humor de la gente que trabajó en ella. Nunca me había tocado trabajar y reírme tanto. Tiendo a pensar que fue la risa la que nos ayudó cuando tuvimos momentos difíciles en la campaña.
En general el comando está compuesto por gente joven. Entre 20 y 30 años mayormente. Soy de los más veteranos con 3 campañas electorales en el cuerpo (Municipales 2012, Campaña de Giorgio 2013 y municipales 2016 ). También tenemos gente experimentada en la dirigencia, pero casi todos los demás sólo tienen experiencia en elecciones universitarias. Nuestro Jefe de Campaña tiene apenas 41 años y cariñosamente los cabros más jóvenes lo llaman “tío Seba”.
Yo soy fotógrafo hace 10 años. Hago prensa y matrimonios para vivir. Desde hace 5 años que estoy fotografiando a Revolución Democrática. Soy lo que se conoce como “un cuadro” dentro del partido. Me gusta definirme a mí mismo como parte del amoblado de Revolución Democrática porque no importa quién sea el presidente del partido, siempre estoy ahí.
Es así como llego al comando de Beatriz. No es como que postulé al cargo de fotógrafo/ chofer. Soy lo que hay en el minuto y vamos para adelante.
El comando está instalado en Sara del Campo; una calle chica cerca de Metro Santa Lucía. Es un pequeño edificio de 3 pisos. Territorio y Avanzada está en el primer piso, Comunicaciones y Finanzas en el segundo y en el tercero hay una sala de reuniones. La Bea tiene oficina en el tercero. Casi no la usa. Nuestros vecinos nos odian y nos aman en una proporción del 50%. Cuando hacemos actividades se asoman por los balcones.
22 de Junio, V región
En una típica “gira” visitamos 3 o 4 ciudades y hacemos dos o tres puntos de prensa. Un buen ejemplo podría ser la que hicimos entre la V y la IV región. Salimos de Santiago a las 11 am, luego a Ventanas a hablar con los frenteamplistas de la zona. Ellos viven en lo que se llama “zona de sacrificio ambiental” que es un eufemismo para “zona me importa un rábano” y es donde se instalan industrias contaminantes sin miedo a repercusiones. Normalmente son comunas pobres con poca infraestructura y poco organizadas. La Bea se sienta a hablar con ellos. Un dirigente le cuenta que de 5 miembros de su familia, 3 tienen algún tipo de cáncer.
A continuación, vamos a Valparaíso. Llueve. Vamos a un sindicato. Nos reciben. Hablamos con prensa. Poca gente.
Después nos vamos a un colegio que quiere recibir a Beatriz. Llegamos y hay unas 200 o 300 personas que vitorean, saltan y agitan banderas en el auditórium. La Bea sale a saludar. La gente se vuelve loca. Nos suben muchísimo el ánimo. Se acerca una persona a pedir una “selfie”. Me preocupa eso. Es la “espiral infinita de la selfie” donde las personas empiezan a pedirle fotos a la Bea y ella, encantada, accede. El problema es que no paran nunca y la gran cantidad de personas que se sacan selfies puede demorarnos mucho rato. Todavía tenemos que llegar a La Serena y ya son casi las 22:00.
Cada minuto de selfies es menos tiempo de sueño. La Bea no puede ser la mala de la película. Ese es nuestro trabajo.
Entre empujones, abrazos y teléfonos en alto, logramos sacarla.
Paramos en Los Vilos a comer. Siempre que podemos paramos en picadas de camioneros. Es más barato y la comida es más sana. Se le acercan un par de personas para una selfie. Ahora que tenemos franja presidencial, la gente la reconoce en todos lados. Por mucho que la televisión cada vez más parezca obsoleta como medio, es lejos lo que más sirve para posicionarnos. Además tenemos un equipo de lujo con Christopher Murray a la cabeza.
Continuamos a La Serena. Ahí nos quedamos en el departamento de un miembro del Frente Amplio, dormimos unas horas y desde temprano vamos al mercado de Coquimbo. Luego un debate, encuentro con frenteamplistas, charla sobre feminismo.
Después de estar todo el día en La Serena y Coquimbo, volvimos a Santiago y llegamos a las 3 am del domingo. Todo queda registrado en fotos. Eso es más o menos parte de mi trabajo. Manejar, fotografiar, mandar todo a redes y que el equipo de comunicaciones las difunda.
En el camino conversamos mucho. De la vida, de la política, de nuestras vidas anteriores a la campaña. Abril parece muy lejano. El tiempo se distorsiona. No sabemos qué día es. Sabemos el número de días que faltan para la elección pero a veces no sabemos si es martes o sábado. Nos perdemos cumpleaños, aniversarios, feriados.
Nos contamos las mismas historias una y otra vez. Creo que le he escuchado a la Bea ya 3 veces su historia de cuando reporteaba en Concepción y ocurrió un accidente de minería. La historia se repite cada vez que cambiamos la configuración de la “cápsula presidencial” .
A veces vamos la Bea, Seba de Polo (Jefe de campaña), Alejandra Lazo (Jefa de prensa) .
A veces va Giovanna Roa ( Directora ejecutiva) y Tanya Cafena (periodista de comando) o Sebastián Kraljevich (estratega de campaña). Todos escuchan la historia y contribuyen con las suyas. Según las reglas del auto de comando, todos tienen derecho a una carpeta de mp3 con la música de su banda favorita.
La Bea escucha a Los Tres. Después de 6 meses de campaña, se me hacen insoportables.
Martes 14 de Noviembre, Arica.
Es difícil saber cómo nos va a ir. En la calle recibimos muchísimo cariño. Nos abrazan, nos aplauden y nos quieren. Las encuestas dicen lo contrario. Nos dan pésimas cifras.
Los amigos me llaman para preguntar como va la cosa. Les digo que desde la calle, todo indicaría que ganamos en primera vuelta. Y que me encantaría que fuese realidad, pero también entiendo que las encuestas deben tener algo de razón…¿pero como tan mal?
Patricio Fernández en una columna dice que Beatriz perdió el liderazgo en el Frente Amplio. Que la dejamos sola. Carlos Peña dice que la lectura que el Frente Amplio hace del país está errada. Que la gente quiere participar del libremercado y que somos paternalistas.
Llegamos al aeropuerto rumbo a Arica. Estamos cansados. Nos sentamos en la sala de embarque. Ahí se nos acercan más personas para una ronda de selfies. Apenas nos instalamos en el avión nos quedamos dormidos. Esta es la última semana de campaña y estamos destruidos.
En Arica nos recibe Vlado Mirosevic. Los liberales tienen importantes fuerzas en Arica y organizan un cierre de campaña al lado del Morro. Llega mucha gente y nos sube el ánimo. Más temprano nos tocó reunión con pobladores que quieren recuperar un terreno. Las banderas en medio de la arena me dejan feliz. “Buenas fotos de Arica” les escribo al equipo de comunicaciones por Telegram.
Son las 20:00 y nos vamos a Iquique por tierra. Yo manejo. Paramos a comer a Cuya. Seguimos camino. Aprovecho de darme un pequeño lujo fotográfico y paro el auto en pleno desierto. Nos quedamos ahí unos minutos. No hay nada en varios kilómetros a la redonda y se ven las estrellas.
Miércoles 15 de Noviembre, Iquique.
Llegamos de madrugada a Iquique. Nos quedamos en el departamento de un frenteamplista. Al otro día nos vamos a Alto Hospicio. Después a la plaza de armas de Iquique. Se supone que tenemos que caminar dos o tres cuadras y volantear. Pero no podemos. La gente nos rodea. Pasamos 45 minutos y no nos hemos movido ni 2 metros. Es imposible avanzar con la multitud, se agolpan sobre nosotros. La gente le cree a Bea. Hace rato que no veía a las personas con la esperanza de cambiar las cosas.
El cariño que recibimos es lo que necesitamos.
Y es fuerte.
Y una tremenda responsabilidad.
Vamos de vuelta a Santiago y a las 17:30 recorremos varias estaciones de metro, partiendo por Maipú. Hasta los fotoperiodistas se sacan fotos con ella. Mi cabeza no puede entender cómo es que nos va tan mal en las encuestas. Vamos a Cerro Blanco y terminamos en Metro Los Héroes a las 22:00 para un banderazo.
Despacho las últimas fotos a las 2 am. Me quedan 3 horas de sueño.
Jueves 16 De Noviembre, Concepción.
Es más barato mandarnos en el vuelo de las 6 am por lo que nos levantamos temprano y buscamos donde hacer hora en Concepción. Nos recibe un frenteamplista que ubiqué por Facebook. Dormimos un par de horas. Alejandra Lazo, jefa de prensa, no pudo dormir nada. Estamos nerviosos. Hoy es el cierre acá en Conce y no tenemos idea de cómo va a salir.
Nos juntamos a almorzar con el equipo de territorio. Sandra Guzmán (avanzada) nos dice que vamos a caminar por un paseo en pleno Concepción y que vamos a terminar la campaña con un “cuecazo” en la plaza. Perfecto. Ya me imagino la horda de periodistas aglutinándose y tropezándose entre sí para hacer los “monos”.
Efectivamente, eso es lo que ocurre. Pero felizmente se suma mucha gente y el espectáculo es bastante impresionante. Como no podemos avanzar, armamos una especia de cerco humano tomándonos de las manos. Un gráfico y un camarógrafo se agarran a combos. Finalmente llegamos a la plaza de tribunales y la Bea baila con su marido. “Aravena” se ha convertido en un personaje muy querido para nosotros. Su negrísimo humor y que contenga a la Bea hace que se gane nuestro cariño.
Volvemos tarde a Santiago.
Faltan 2 días para la elección.
19 de noviembre. Santiago
11:30 Am, centro de votación
Si creíamos que la cobertura de prensa había sido extensa en Concepción, la cantidad de periodistas que espera el voto de la Bea hace que trabajar sea imposible. Tiro la toalla y me instalo cerca de la urna. Hago la clásica clásica foto del candidato depositando el voto. Nos vamos. Ahora a comernos las uñas.
17:00 pm , en el “búnker”.
El “búnker” es un lugar donde instalamos wifi, una tele y hacemos un asado para esperar los resultados. La prensa no sabe dónde es y esa es la idea. La Bea espera sacar sobre 15 puntos. El comando no es tan optimista, pero todos tenemos la esperanza de que saque una importante votación.
Empezamos a recibir los resultados de afuera de Chile. Son esperanzadores. Yo trato de no ser tan optimista; sé que la gente que vive fuera es muy probable que vote por Bea.
A las 19:00 la tendencia es clara…estamos a dos puntos de Alejandro. Una sensación de alivio nos recorre. Tan cerca…casi no podemos creerlo.
Sebastián de Polo abraza a la Bea. Sacamos 20,3% de los votos, una tremenda votación.
Yo también le doy un abrazo. La Bea lo ha dado todo en esta campaña.
Nos llega la noticia que tenemos una bancada de 20 diputados y un senador para el Frente Amplio. Estamos tan felices como podemos estar. Esta pasada estuvimos muy cerca. Demasiado cerca.
En su discurso, la Bea apunta con el dedo a los expertos, a las encuestas y al establishment en general. Ella sabe que los canales están obligados a transmitir en vivo. Sonrío. Se está dando “un gustito”. Se lo merece. Han sido demasiados meses de trabajo duro con costos familiares, personales y económicos.
Giorgio se acerca a celebrar. Ya sabe que obtuvo una potente votación en Santiago.
También recibieron altísima votación Gabriel y Vlado. En el escenario le da un abrazo apretado a Beatriz.
Tenemos mucho que celebrar.