Viene de una de las regiones más vulnerables de Colombia, es descendiente de parteras, madre soltera y fue asesora del hogar. Sus banderas de lucha son la igualdad de género, la protección del medio ambiente y visibilizar las necesidades de las etnias que no tienen representación en el país cafetero. Su llegada a la casa de gobierno representa el empoderamiento de la diversidad cultural en el poder ejecutivo del país


Gustavo Petro y Francia Márquez hicieron historia este domingo en Colombia tras ganar las elecciones por la presidencia del país cafetero. La dupla que representa al Pacto Histórico obtuvo más de 11 millones de votos y Francia se convierte en la primera mujer afro en llegar a la casa presidencial como vicepresidenta.

Por primera vez en la historia de Colombia una mujer afro llegará a la casa presidencial. Se trata de Francia Márquez quien representa y encarna la lucha colectiva por el medio ambiente, la igualdad de género y los derechos de las etnias no representadas.

BBC Mundo consigna tres claves para entender la historia de Márquez: su  elección supone que llegue por primera vez la diversidad étnica al poder.  Francia Márquez nació en Yolombó, municipio de Suarez, en el departamento del Cauca. Una región en el suroeste del país que está habitada principalmente por comunidades afrodescendientes e indígenas.

Su mamá es partera, una tradición que aprendió de sus ancestras y que para Francia cambió la perspectiva de cómo ver la vida. La nueva vicepresidenta usaría la palabra ubuntu, que significa “soy porque somos” y que hace parte de la filosofía africana, registra el sitio.

A los 16 años Marquez tuvo su primer hijo y se convirtió en madre soltera, y trabajó como minera artesanal para sostener a su familia. “Cuando conocí a Francia era una jóven minera, con un carácter muy fuerte, no tenía filtro”, recuerda en conversación con BBC Elizabeth García, abogada e indígena arhuaca. Y la vice habría reconocido en varias oportunidades que “ser una mujer negra empobrecida hace que se forme un carácter, porque no hay otra forma de salir adelante”

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“El temor es que las expectativas son demasiado altas con ella. Creo que corre el riesgo de sufrir el síndrome Obama, que es pensar que por tener un presidente negro se van acabar los problemas de dicriminación y resulta que no”, explica Sandra Borda, analista política y docente de ciencia política en la Universidad de los Andes de Colombia.

Marquez se posicionó como una líder local al oponerse al desvío de un río colombiano hacia una empresa privada. Y en 2009 presentó una demanda que fue negada dos veces, llevándola más tarde a la Corte Suprema del país cafetero.  Siendo esta la primera gran hazaña de muchas que encabezó contra la injusticia medioambiental. 

En 2018 recibió el premio Goldman, considerado el Nóbel de Medio Ambiente.

Su propuesta bandera es la creación del Ministerio de la Igualdad y es en donde ha dicho que concentrará su trabajo durante los siguientes cuatro años en el poder.