La cumbia de Ossandón, Piñera presentando a Chile como si vivieramos en Resident Evil, la rubiedad sin límites de Felipe Kast, Beatríz Sánchez como nuestra Lena Dunham y Alberto Mayol dándose el lujo de la incorrección política, marcaron el inicio del reality show de las elecciones presidenciales 2017.

Miércoles 2 de julio de 2017, previo al inicio de los noticiarios. Alrededor de 15 minutos menos de teleseries y todos los votantes responsables están frente a la televisión para ver la primera de las franjas electorales del proceso de primarias presidenciales, la antesala de lo que serán las elecciones de noviembre.

Debutaron en nuestras pantallas las propagandas de los precandidatos de Chile Vamos y el Frente Amplio, y que se mantendrán hasta el 29 de junio: Sebastián Piñera, Felipe Kast, Manuel José Ossandón, Beatriz Sánchez y Alberto Mayol mostraron en el espacio franjas que apelaron a la emotividad, la trayectoria política y todo eso que aún no se ha hecho, pero que podría llegar a convertirse en realidad si votas por uno de ellos. O así nos quieren hacer creer.

Pero, ¿qué es lo que realmente pensamos de la franja? Este es nuestro honesto ranking de lo que vimos en el primer día aka el Capítulo 1:


V. Manuel José Ossandón

La campaña de Ossandón está repleta de contradicciones desde que comienza, con una cumbia que se transforma en su único punto a favor. En todas las elecciones existe un jingle dentro de la franja que se queda pegado en la cabeza de los chilenos, recordemos a Arturo Frei Bolívar uno como usted.  Desde ahí, toda la campaña se trata de un mea culpa compuesto con frases como “somos liderados por los que no escuchan” y “si  alguien le molesta que hable con la verdad, le ofrezco mis disculpas”. O ser honesto por su pésimo rendimiento en las entrevistas.  Bueno, Manuel José Ossandón, debiste disculparte con la hija de la jueza Atala minutos después de dar una de la cuñas menos empáticas de la historia, dando a entender que tu preparación para ser presidente no solo es deficiente, sino que tu calidad como político representa lo que muchos chilenos queremos dejar atrás y tu franja repleta de personas con cara de obligación lo demuestra de forma empírica. También, ¿qué es esa calidad de imagen? Los iPhone apañan, pero no creemos que para una propaganda de un precandidato a la Presidencia.


IV. Sebastián Piñera

Nuestro ex presidente vuelve para decirnos que lo necesitamos y que si lo elegimos, dejaremos de ser en lo que nos convertimos desde su partida, que es algo como Resident Evil y Afganistán juntos según su visión. Desde la comodidad de su escritorio, Sebastián Piñera dice una y otra vez que lo convencieron para volver y que está dispuesto a transformar Chile en lo que tanto queremos, aunque sin mencionar exactamente como será ese país futuro. La campaña termina con un slogan similar al de Trump, “Make America Great Again”, sobrepuesto en nuestra amada cordillera de los Andes para recordarnos que siempre se puede ser más pro gringo y Harvard lover aún cuando pensábamos que era imposible. Al final, la derecha es igual en todos lados del mundo.


III. Felipe Kast

Se ve con su equipo actuando como estudiante de medicina repleto de tazas de café, lápices y relojes a máxima velocidad para lanzar frases cortas como “necesitamos pensiones justas”. Inocentón, con buenas intenciones y colmado de adherentes, fans y calcetiner@s comprometidos que sonríen al darle la mano, Felipe Kast nos muestra el lado amable de la derecha. Es el único entre los candidatos de este sector que presenta una o más propuestas logrando captar nuestra atención y hacer que reflexionemos por un par de segundos, aunque no estemos de acuerdo con él. Consejo útil: cuídate los poros, amig@, que el HD te juega en contra.


II. Beatriz Sánchez

Aunque lo natural es que la secuela del final de Girls se demorara un par de años, Beatriz Sánchez es nuestra Hannah Horvath. Además del parecido impresionante con Lena Dunham, es imposible no pensarlo si en los primeros segundos nos muestran eso: fue mamá joven, tiene una cercanía profesional a las letras y las comunicaciones y es una feminista de tomo y lomo. Hasta su convicción por cambiar el mundo las une.

En la propaganda de Beatriz todo mejora y nos da aires marinos de esperanza Glade ante la visibilidad de una cara nueva que sí plantea hacer política de forma diferente. Queen B parte su discurso dando como ejemplo las ventajas de ser de provincia y las dificultades de ser madre en la universidad. Habla del aborto y se enfoca principalmente en la salud con un corto que nos deja como cuando picamos cebollas y que a la vez nos muestra algo inédito desde el inicio de la franja presidencial hasta ese minuto: muestra a los chilenos en situaciones alejadas del egocentrismo de la figura política en cuestión. Beatriz Sánchez no habla de sí misma en esa oportunidad, no pide disculpas por meter la pata en alguna entrevista o de cómo los chilenos pidieron su retorno para arreglar lo que nos hizo la Concertación. Tan solo se limita a atacar el sistema desigual de la salud por lo que es.


I. Alberto Mayol

Mayol tiene mínimas oportunidades de ganar y por eso se da el lujo de ser lo más políticamente incorrecto posible. En una franja electoral discreta, usa todo dentro de su presupuesto, con drone incluido, para mofarse de Piñera, hablar de racismo, de educación, asegurando que no tenemos idea de nada y que él sí. La franja es tan creativa que nos deja pensando en que va a quedar la cagá. Si bien la mayoría se preguntaba quién era este personaje, después de la franja más ácida vista en años, tan icónica y honesta como el “¡Trabajo! ¡trabajo! ¡trabajo!” nos dejó claro que Alberto Mayol se convertirá en el principal talón de Aquiles en caso de volver Piñera a La Moneda. O por lo menos lo intentará.