Total si comes comida chatarra, bien podrías darle una probadita a comer basura y de pasada ayudar al medio ambiente.
Podemos reciclar botellas, vidrios, latas y cartón — usando por ejemplo el servicio de reciclaje de Caja Verde — pero ¿qué podemos hacer para reducir, reutilizar y reciclar el consumo de alimentos?
Hoy en día existe un sin fin de dietas: paleo, Atkins, low-fat, Dukan, detox, la de Clinica Mayo, Weight Watchers, Jenny Craig, vegetariana, vegana, anti-inflamatoria y el metodo Grez. Entre tantas, es fácil perderse y difícil de seguir las nuevas tendencias. Parece que cada mes surge una dieta nueva que todos prometen que funcionará. Tanto los motivos como los beneficios varían según cada una. Lamentablemente este post no va a explicar la idea detrás de todas estas dietas.
Aquí te voy a explicar solo una, la dieta llamada “freegan”, y tratar de convencerte que si tu preocupación principal al momento de decidir cómo alimentarte es minimizar tu impacto en el medio ambiente, esta es la dieta que debes seguir.
Primero, vamos con la definición. “Freegan” es la composición de dos palabras en ingles: “free” quiere decir libre o gratis y en este caso aplica el segundo significado. La segunda parte, “-gan”, es la terminación de la palabra “vegan” ya que esta dieta se basa en una filosofía similar pero no idéntica a la del veganismo. Existe un debate entre los freegan y los veganos acerca de si es ético comer carne botada. Un vegano estricto diría que no. Por ahora, lo importante es fijarse en la primera mitad de la palabra: que la comida sea gratis es el corazón de la dieta.
En Chile, esta actividad llevada a cabo históricamente por miembros de las comunidades okupas y afines, es conocida como “recicle” y se caracteriza por recoger “las sobras” de las ferias.
¿Queremos decir “gratis” en el sentido de que los freegans siempre buscan que los amigos los inviten a comer?
Si tienes un amigo freegan, no te preocupes. En realidad los freegans estarían en contra de eso, viéndolo como consumo innecesario y poco ético. Para los freegans, la idea es reducir nuestro consumo a cero. ¿Cómo lo hacen si igual necesitamos comer para vivir? El corazón del estilo de vida de un freegan es sobrevivir con los desechos de la sociedad y así evitar contribuir al consumo en general.
En el fondo, los freegans sobreviven rescatando comida de la basura. Dicen que la mejor manera de hacerlo es buscar entre la basura que generan los supermercados. Por varias razones, los supermercados botan un montón de comida. Si la pillas ese mismo día, mucha es rescatable. Por ejemplo, ¿quien no ha ignorado una fecha de vencimiento? Estas fechas, en general, se fijan pensando en el peor de los casos, como que el producto realmente venza en la fecha exacta estipulada en el envase. Así las empresas evitan cualquier problema legal y a la vez incentivan aun más el consumo.
Los freegans, sin embargo, se atrevan. Y no mueren, sobreviven para contarlo. Al contrario, es impresionante la cantidad e incluso la calidad de los alimentos que sacan de la basura. VICE acompañó a un grupo de Freegans en Nueva York y esto es la cantidad de comida que rescataron:
Que se puede salvar mucha comida de la basura, está claro. Pero ¿por qué alguien lo haría? La más antigua razón es la necesidad provocada por la pobreza. Sin embargo en el caso de los freegan estamos hablando de gente que no lo hace porque son pobres sino porque lo eligen como estilo de vida. La justificación se basa en el reconocimiento de dos hechos. El primero es que desperdiciamos un monto de comida. Los últimos estudios estiman que en los países de ingresos altos un tercio de la comida, el 33%, termina en la basura para luego llegar a los vertederos.
El segundo hecho es que detrás de nuestro sistema alimenticio existen efectos terribles para los animales y el medio ambiente. Lamentablemente, cada vez que comemos estamos contribuyendo a la destrucción del planeta y al sufrimiento animal. Si quieres minimizar los efectos adversos de tu dieta, no comprar es la mejor manera. Porque incluso si sigues una dieta vegana, no puedes escapar los efectos negativos de la agricultura. Tu impacto es menor que el de un carnívoro pero igual contribuyes a la desaparición de los ecosistemas.
¿Cómo no comprar comida cuando igual necesitamos comida para sobrevivir? Simple: Comer la comida que sobra, sacándola de la basura.