Y no solamente porque son perfectos para los días fríos de otoño-invierno.

Que suene el despertador, abras los ojos y lo primero que sientas sea el frío chocando contra tus globos oculares. Luchar para desenredarse de las sábanas mientras más encima todavía está oscuro puede hacer que vivir la vida se torne cuesta arriba.

Es el invierno y tu cuerpo lo sabe. Tu mente igual.

El hecho de que se oscurece más temprano tampoco ayuda.

Todo esto puede llevarte a andar con un ánimo de mierda nivel medio bajo de energía. Esto lleva a que sea necesario ponerse pro y preocuparse de hacer cosas que le hagan la pelea a esas ganas de quedarse acostado todo el día en posición de bolita.

Una de las cosas sobre las que es necesario ponerse responsable es la alimentación, qué duda cabe. Y para allá vamos.

Esta info puede serle sobre todo útil a las personas vegetarianas o veganas porque la mayoría de los otros alimentos que tienen un aporte importante de triptófano son las carnes rojas, huevos y lácteos, aunque los frutos secos y semillas también, pero muy poquito.

Revisando Lun encontré un artículo bastante interesante sobre el triptófano, un aminoácido que promueve la producción y liberación de serotonina, que se sabe, es el químico neurotransmisor que produce la sensación de felicidad, baja la sensación de ansiedad, produce relajo y eleva la pulsión sexual.

Así que partí a preguntarle a un experto:

“El triptófano es un precursor de un neurotransmisor que es la serotonina. En niveles adecuados tiene el efecto de hacerte sentir descansado, de sentir placer, estar relajado. Y la serotonina a su vez es precursora de melatonina, que es muy importante porque regula las funciones del sueño. Y sabemos que un buen sueño favorece la recuperación muscular, es bueno para combatir el stress. Psicológica y físicamente hace muy bien tener una buena calidad de sueño”, explica el nutricionista de Acción CrossfitPablo Espejo.

Y bueno, obvio que ya adivinaste pero, si no, te cuento que uno de los alimentos que más triptófano aporta a tu vida son los garbanzos. En cada 100 gramos, vienen 172 miligramos de este aminoácido.

Es por eso que los garbanzos son conocidos como uno de “los alimentos de la felicidad”.

Esta info puede serle sobre todo útil a las personas vegetarianas o veganas porque la mayoría de las otras cosas que tienen un aporte importante de triptófano son las carnes rojas, huevos y lácteos, aunque los frutos secos y semillas también.

Preocuparse de comer sano y bien adquiere cada vez más relevancia. Sobre todo cuando descubrimos que no influye solamente en algo físico, sino también mental. Últimamente, por ejemplo, se está hablando mucho sobre SGNC (Sensibilidad al Gluten No Celíaca) lo que significa que no solamente los celíacos pueden presentar problemas por el consumo de gluten.

Dentro de los síntomas están, justamente cosas que suelen ser atribuibles a la psicología más que a la nutrición como “cansancio, dolor de cabeza, problemas para pensar con claridad y ánimo depresivo”.

Así que el consejo está más que claro: ojo con el gluten y vamos metiéndole garbanzos.

Otra cosa que recomienda Espejo, además de la alimentación equilibrada (“el zinc magnesio, y la vitamina B6 también son precursores de serotonina”, avisa) es hacer ejercicio regularmente, “porque eso genera endorfina, que también tiene que ver con la sensación de felicidad, de placer”.

Tres recetas para la felicidad

Acá un divertido y simple tutorial hecho por Felicia Morales donde enseña a hacer deliciosos hummus:

Acá hay un tutorial para hacer queso de garbanzos:

Y por último un tutorial muy de mamá para ayudarte a hacer una clásica sopa de garbanzos: