Ante los casos de acoso y discriminación por parte de profesores y alumnos en contra de estudiantes, han sido estos mismos los que se han organizado para defenderse.

Las Secretarías y Vocalías de Género y Sexualidad ya forman parte de la mayoría de las casas de estudio en Chile. Tanto en las Federaciones de Estudiantes como en las Facultades y centros de alumnos, la organización estudiantil ha tomado una perspectiva de género.

Algunas han creado protocolos, manuales, campañas de prevención de VIH/Sida, a favor de la interrupción del embarazo y de defensa de los derechos humanos, en especial de la comunidad LGBTIQ+ y mujeres.

Estas vocalías y secretarías se definen directamente como feministas. Trabajan en ellas hombres y mujeres de diferentes carreras, formando equipos multidisciplinarios enfocados en frenar el acoso y crear consciencia en temáticas de relevancia nacional.

Conversamos con la Secretaría de Sexualidades y Género de la Universidad de Chile,  con la Vogesex de la Universidad de Santiago, la Secretaría de Género y Disidencia Sexual de la Universidad Alberto Hurtado, la Secretaría de Sexualidad y Género de la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Secretaría de Género y Sexualidad de la Universidad Católica.

Sesegen – Universidad de Chile

En la Universidad de Chile, en 2011,  nació la primera Secretaría de Sexualidades y Género (Sesegen) en la Facultad de Filosofía y Humanidades. Luego, en 2013, la Facultad de Derecho siguió el mismo camino, que luego gatilló, junto a otros grupos de feministas de la universidad, en la creación de la Coordinadora de la Federación de la misma U, en 2014. La idea de la Sesegen Fech era visibilizar la violencia de género y también los grupos de disidencia sexual que co existen en el espacio académico.

La situación ya no estaba dando para más. Las denuncias de acoso y malas prácticas contra profesores, la naturalización de la violencia, entre otros casos, sirvieron para gestar esta iniciativa.

Javiera Cabello es una de quienes trabajan en la UChile en este tema. “Hacemos talleres, foros, hemos abierto la discusión y la temática de la violencia de género dentro de la U. Nos coordinamos a nivel central, levantando semanas feministas, hemos adherido a actividades de la sociedad civil de Ni Una Menos, las marchas por el Aborto Libre. Una de las cosas a las que nos hemos abocado, desde el año pasado y que culminó a principios de este, fue el trabajo con la mesa para erradicar el acoso en la Universidad de Chile. Participaron autoridades, miembros de la federación y la secretaría”.

Esta mesa de trabajo elaboró el protocolo contra el acoso sexual que existe en la Chile, cambios reglamentarios, instrucciones del Rector Ennio Vivaldi que permitían tipificar el acoso y establecer una nómina de fiscales investigadores que fueran capacitados en perspectiva de género. También, una política integral contra el acoso que fue aprobada por el Senado Universitario. Establecieron un mecanismo para enfrentar la violencia así como también generar medidas de visivilización, que fue compartido con los tres estamentos.

Desde enero de 2017, tras la aprobación del protocolo por el consejo universitario, comenzó a funcionar el protocolo que establece el mecanismo de denuncia, mientras se trabaja con diferentes secretarias para ver los casos más complejos. Han prestado ayuda en la defensa de las estudiantes que habiendo denunciado a las personas agresoras recibieron querellas, por lo mismo, coordinaron con la defensa popular de la U a una alumna que se atrevió a denunciar.

La Sesegen de esta casa de estudios se presentó y fueron oídas ante el Tribunal Constitucional por el caso de Aborto en 3 causales. Fue la misma Javiera quién alegó en nombre de los estudiantes.

Segedisex – Universidad Alberto Hurtado

En la UAH la Secretaría de Género y Disidencia Sexual partió en 2012, posterior a las movilizaciones estudiantiles del año anterior. Luego de estos hechos, las estudiantes comenzaron a entender desde una perspectiva crítica los procesos por los que pasaba el país. “Nosotras éramos quienes levantaban la toma, éramos quienes cocinaban, ordenaban mientras ellos (sus compañeros hombres) salían afuera a combatir con la policía”, dice Fernando Herranz, parte de la secretaría.

Esta organización se define como una auto convocada y auto representativa, conformada por las estudiantes de la UAH de distintas carreras y generaciones. Sin embargo, lo que se conocía en el principio se rearticuló en 2016, como una Vocalía y luego pasó a ser Secretaría por diferencias políticas con la Federación. “No nos sentíamos representadas y no nos queríamos vincular a un proyecto federativo, ya que sentíamos que todas las agrupaciones políticas que participaban en estos grupos siempre tenían un sesgo machista muy marcado. No se trabaja de manera efectiva dentro de esas agrupaciones, por lo que decidimos abstenernos de trabajar con ellos o vinculadas a ellos. Esa es la diferencia: una vocalía trabaja con la Federación y es votad y las secretarías se autoconvocan”, explica Paula Salinas de la Segedisex.

Comienzan a ser visibles “lo que fue respondido por parte de las organizaciones políticas y militancias con puras agresiones. En las actividades algunos militantes de organizaciones de izquierda nos gritaban maracas, nos violentaban, y en todas las instancias políticas era tema y se nos restregaba que no éramos un órgano representativo y válido, y que la problemática de género era algo secundario y sin importancia”, continúa Salinas.

En la UAH llegaron a recibir más de 30 denuncias por agresiones sexuales. Los denunciados eran “compañeros” en contexto de carretes universitarios. “Estábamos acostumbradas a recibir dos denuncias por mes”, comenta Paula.

Desde este punto comenzó a surgir un movimiento en la universidad respecto al género, la violencia y las agresiones. Realizando foros, conversatorios y coordinandose con la COFEUCH y otras organizaciones que nacieron después del caso de Eduardo Ramirez, quien fuera vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la UAH. “A él se le acusa de agredir sexualmente a una de sus compañeras de Derecho. Este caso se llevó a instancias judiciales, ya que las compañeras de Derecho tenían información y medios. Además, tenían un testigo, que era un compañero de Derecho que estuvo en la fiesta. Gracias a ese testigo se hace la denuncia de forma judicial”, conversa Paula.

En este momento Eduardo está suspendido de la Universidad y es el único caso que ha llegado a una resolución. El resto de las denunciantes no han llevado procesos judicializados, para que lo tengan debe haber un tercero que esté dispuesto a testificar por ellas.

Vogesex – Universidad de Santiago

En la Usach la necesidad de una Vocalía de Género y Sexualidades se basa en las relaciones triestamentales (estudiantes, funcionarios y académicos), que a través de la historia han tenido una serie de problemas estructurales relacionados a una formación machista e invisibilización de sus demandas.

“La necesidad que se expulsen personas que han cometido acoso o discriminación o demandar que se instruya desde una educación no sexista y feminista es parte de una considerada ‘nueva’ demanda estudiantil dentro del movimiento; en tanto, las vocalías y secretarias se mueven por espacios libres de violencia”, comenta desde la agrupación Stefano Buscaglia.

Para Buscaglia estas nuevas generaciones de vocalías y secretarías se deben a la mediatización de casos de acoso y discriminación en las Ues: “El caso que destacó fue el sucedido en la Facultad de Filosofía en la Universidad de Chile el año pasado y las movilizaciones que ocurrieron ahí. De hecho, muchas personas que vivieron violencia y tuvieron que ocultarla, porque nadie se atrevía a oírlas, se identificaron con la temática y empezaron a coordinarse, a generar redes sororas entre compañeras, a hablar de la disidencia sexual para cuestionar al oficialismo cola, a aliarse con otros estamentos que vivieron lo mismo, etc. Así, se crearon estas múltiples vocalías y secretarias para difundir el feminismo y generar una respuesta al patriarcado institucional”.

En la Usach se han vivido situaciones sexistas, discriminación, abusos sexuales en las fiestas, por lo que desde la vocalía han prestado apoyo, sobre todo a las más de 20 estudiantes de Historia que denunciaron a dos profesores por acoso.

La Vogesex Usach considera que pese a tratar de trabajar en conjunto con estudiantes LGBTIQ y mujeres, las denuncias que más han recibido son de parte de estudiantes acosadas.

“También hemos recibido denuncias de violencia con trabajadoras del aseo lesbianas. Estos casos, desde nuestra enseñanza, la llevan al organismo a la que denuncian, como puede ser la delegada de género de la carrera o la vocalía, pero ante todo, nuestro deber es informar el qué deben hacer y posteriormente, demandarle respuestas a la institución para liberar nuestros espacios de la violencia”, explica el encargado.

“Uno de nuestros casos históricos fue por 2013 ,en el que se denunció al ex decano de Ciencias, Rafael Labarca, por dichos transfobicos en pleno consejo académico. Su sumario aún sigue botado y estudiantes de esa misma generación vemos nefasto como la universidad jamas nos defendió y lo encubrió”, agrega.

Esta vocalía feminista, como ellas mismas se definen, se enfoca actualmente en campañas de educación y realización de políticas de prevención contra la violencia y VIH/SIDA. Fundaron un observatorio de género y generaron un preuniversitario feminista, que partirá en 2018.

La Vogesex realizó un testeo de VIH/SIDA gratuito en diciembre y pretenden hacer otro. Han hecho campañas de fotografías con estudiantes llamada #ElVihNoDiscrimina. Junto a académicas y funcionaron lanzaron la página “No Más Violencia”, donde se explica todo lo que se debe hacer para denunciar actos violentos.

“No hay cargos, somos un equipo. La vocalía es elegida democráticamente y anualmente. Somos 8 personas y contamos con aproximadamente entre 25 y 28 delegadas/es de género en las carreras de la Usach que participan regulando en sus espacios”, sigue.

Sesegen – Universidad Tecnológica Metropolitana

La situación en la UTEM fue más o menos similar. La Sesegen se creó en un momento de alza en la conciencia de perspectivas de género y disidencia sexual.

“La creación de la Sesegen se gatilla ante la necesidad de un espacio donde se apoye un cambio de paradigma en la sociedad”, comentan en conjunto las chicas partícipes de la secretaría.

La UTEM se encuentra en un proceso de reformación. Las integrantes creen que cuando esta etapa finalice podrán “instaurar el nacimiento del paradigma dentro de la comunidad universitaria y crear un espacio de apoyo y contención ante denuncias realizadas por compañeros y compañeras que han pasado o estén sufriendo actos de violencia. Nuestra política principal es el feminismo clasista y la disidencia sexual, generamos espacios con perspectiva de género para que exista una discusión y debate de a la forma en como implantamos el cambio de paradigma”, comentan entre todas.

Además, agregan: “creemos que los hombres puedan ser feministas, pero para esto es necesario que se replanteen y sean consciente de los privilegios y considerar las abnegaciones que el patriarcado somete”.

Segex – Universidad Católica

La PUC también cuenta con una Secretaría de Género y Sexualidades. “En una universidad donde los temas de género no son abordados y los casos de violencia no son resueltos, el hecho específico que gatilló el surgimiento de la Secretaría fueron distintos casos de violencia de género en la Facultad de Sociales, con lo cual también se gestó el desarrollo del protocolo contra el abuso sexual. La Secretaría nace por idea de la FEUC en 2016 como un organismo autónomo que funcione de forma independiente a la Federación de turno”, dicen las integrantes.

En la UC se gestan espacios para que estudiantes acudan sin miedo. Les han llegado denuncias de violencia de género y siempre el mecanismo es el mismo: prestar ayuda a sus compañeras y, además, acompañarlas para gestionar la denuncia ante la Secretaría General, que en la UC vendría a ser el organismo que resuelve estos casos. Sin embargo, y tal como señalan las estudiantes de la secretaría, la entidad no ha “brindado soluciones que nos dejen satisfechas”.

Entregan herramientas para enfrentar casos de violencia de género y lideraron el plebiscito para conocer la opinión de estudiantes respecto a la ley que despenaliza el aborto en 3 causales y el tema de la objeción de conciencia institucional.

Les preguntamos respecto a la manera en la que su universidad ha tomado el tema del aborto y esta es su opinión:

“Creemos que es inaceptable que este tipo de conductas poco democráticas se perpetúen en cuanto a las decisiones de la universidad, y menos si tienen relación con el quehacer social de esta, considerando que el aborto en tres causales ahora es legal en Chile. Es irresponsable que una de las universidades más importante del país ofrezca esta perspectiva retrógrada de la sociedad chilena, que posiciona a sus propios intereses por sobre el interés de la comunidad universitaria y de la mayoría del país“.

Al igual que las demás, en la UC se consideran feministas: “Pretendemos englobar todos los temas que tengan que ver con el género y la disidencia”. De a poco fueron recibiendo denuncias de abusos y acosos sexuales y ahora esto constituye gran parte de su trabajo. “Nos gustaría también enfocarnos en las otras áreas, pero hasta el momento no tenemos un equipo lo suficientemente grande”, finalizan.