Casi cuatro semanas de cuarentena lleva Gepe desde que volvió al país el pasado 21 de marzo desde Ciudad de México. Al igual que muchos músicos, su trabajo también se ha visto impactado por la pandemia mundial del coronavirus. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que el cantautor nacional continúe con el lanzamiento de sus nuevos singles. De hecho, el pasado 6 de abril, salió a la luz su nueva canción “Calle cima”, un adelanto de lo que será su octavo disco.
En medio de su encierro obligatorio y voluntario, como él lo describe, Gepe afirma que ha encontrado un espacio de creatividad. Acompañado de su guitarra, el músico se ha dado más tiempo para componer canciones.
“En general, el arte y la música siempre funciona adaptándose. No hay algo que impida que la música se haga, quizás que se propague sí, pero no que se deje de hacer. Esto hace que los métodos cambien, pero que siga estando la música donde siempre ha estado, acompañando a las personas, por lo tanto, yo siento que el desafío está en seguir haciendo lo que uno siempre ha hecho, adaptándose a estas condiciones que de todas maneras permiten o incluso potencian la parte creativa”, señala al otro lado del teléfono.
A pesar de valorar el impulso creativo de la cuarentena, Gepe lamenta el impacto que ha tenido la propagación del coronavirus en la música en general. “No he podido ni ir a la radio, ni viajar que es lo que debería estar haciendo en este momento. Por ese lado está limitado, pero por la parte creativa va a dar para cosas interesantes igual”, afirma..
Tomando en cuenta que te has visto limitado en tu trabajo, ¿Qué opinas de la situación precaria en la que está el mundo artístico en este minuto?
Nosotros los músicos que hacemos canciones tenemos el resguardo del derecho de autor y ese tipo de cosas, que son un colchón que te ayuda en este tipo de situaciones, donde no puedes tocar y ganar plata con eso. Pero hay gente que son sindicatos o que son gremios que no tienen ese tipo de respaldos, por ejemplo, los iluminadores, los visualistas, los técnicos de escenario, esa gente está bastante desamparada en estos momentos. Entonces, eso es complejo.
Tampoco se ha visto una acción concreta por parte del Estado para darle un resguardo a los trabajadores del arte…
Y lamentablemente, no hay mucho que esperar de ellos porque nunca han considerado a las artes en nada, por qué tendrían que considerarlo ahora. Están en otra esos hueones y siempre van a estar y no tiene sentido.
¿Cómo se podría ayudar a estas personas en este minuto?
Yo creo que cada grupo o banda está optando por ver lo que pasa con sus equipos. Yo no sé si están organizados los técnicos entre ellos, pero por lo menos entre los gepes sí hay una comunicación, por lo menos para cachar cómo están. Ahí estamos organizándonos internamente para cubrirnos unos a otros. Pero igual es un momento súper raro porque no sabemos cuando va a cambiar esto.
Hay gente que pronostica que los conciertos masivos podrían restablecerse recién en 2021…
Eso es lo último que escuché y me parece súper terrible. Pero creo que van a haber formas de sobreponerse a eso. Van a tener que haber porque o sino las cosas van a tender a desaparecer y eso no puede ser. Que desaparezcan bandas, gremios que van a quedar tan dañados que van a tener que disolverse. Esperemos que no lleguemos a esos extremos.
Pasando a lo que tiene que ver con tu música, ¿me podrías contar en qué te inspiraste para escribir tu nueva canción “Calle Cima”?
Esa canción es un ejercicio que hice hace un año atrás. Es una canción que hice el verano pasado y que la grabé en abril. Es un puzzle de imágenes. Son imágenes de encierro, igual. Más que un encierro trágico, es un encierro medio voluntario, medio imaginario. Ahí se van poniendo imágenes de diferente cosas, por ejemplo, una foto colgada en la pared que te recuerda a una familia, o alguien que no está, un amigo, etc. Y mezclado con cosas del goce cotidiano, un té, o una cuestión para hacerse baño de burbujas. Son imágenes de estar solo en la casa. Básicamente eso es. Musicalmente es una canción que tiene que ver con la música que se le dice AOP (Adult oriented pop) que es algo así como Miguel Bosé o John Mayer, cosas soul pop. No es más complejo que eso la verdad.
¿Cuántos singles quedan para que podamos conocer tu nuevo disco?
Es todo un tema eso porque no sé si es lo óptimo sacar un disco este año. Estamos evaluando esa cuestión todo el tiempo. No sabría decirte la verdad. No tiene sentido sacar un disco cuando no puedes hacer promoción del disco como corresponde. Por supuesto que esto que estamos haciendo ahora ayuda, pero no es lo óptimo. Los músicos tenemos que tocar en vivo, no sólo para poder sobrevivir sino que para dar a conocer las canciones como debe ser. Igual están buenos los conciertos on line, pero no son suficientes.
No es lo mismo tocar frente a una pantalla me imagino…
Pucha, no lo he podido gozar lo suficiente las veces que lo he hecho. Sí, es bacán y todo, pero se nota que es una manera media parche para una situación urgente y rara que es lo que está sucediendo ahora.
La música también necesita ese encuentro con las personas…
Cien por ciento. Y hablando tanto de los músicos como del público. Yo que he visto hartos conciertos de gente tocando, como por ejemplo, el de Cultura Profética, que me pareció lo mejor que he visto hasta ahora, ha habido una falta de costumbre entre el público y el músico. Ellos igual no hicieron un concierto en vivo, hicieron un concierto diferido. Lo grabaron el día anterior. Eso era raro, no sé si funcionaba tan bien. Quizás de aquí a unos meses más eso se va a perfeccionar y va a salir un super programa que te va a permitir ponerte de acuerdo con tu compañero músico para poder tocar en vivo, que es algo súper difícil porque las conexiones de las casas de las personas o de los teléfonos, a veces, son irregulares por lo tanto no te permite tocar en vivo con más gente. Ese tipo de cosas se van a poder mejorar en el tiempo, pero igual es triste. No hay nada como tocar en vivo, la verdad.
¿Cómo fue colaborar con Natalia Lafourcade en tu single anterior “Timidez”?
Es una persona que admiro muchísimo. Me encanta su música desde hace mucho tiempo. Fue un gusto y una suerte de haberla pillado sin tantas cosas que hacer en ese momento para que haya podido grabar tanto la canción como el video. La grabación del video fue un encanto y hizo que todas las cosas salieran mejor y más fluidas. Es de las grabaciones de video más agradables que he tenido. Fue genial.