Giannina Fruttero (28 años, probablemente la recuerdes por sus papeles en Zamudio, La Cacería o Ramona) no es la protagonista de Ema, la recién estrenada película de Pablo Larraín.

Sin embargo, sostiene una escena medular, quizá el momento más político de la cinta.

Foto: Marco Meirone / @meirone.vision

Giannina interpreta a Sonia, la más cercana de las amigas bailarinas de Ema (Mariana Di Girolamo). Es la más fuerte del sororo grupo y la que le brinda techo, cama y la ayuda a rearmarse después de que su vida se parte en mil pedazos.

Tras la adopción fracasada que destruye a la pareja protagónica, Ema quiere irse de la casa donde vive junto a Gastón (Gael García-Bernal), pero él no la quiere dejar ir. Entonces Sonia va y le planta cara a Gastón. Lo hacer ver, a grito pelado, ojos saltones y los puños apretados, que Ema no es de su propiedad.

“En esa escena en particular”, cuenta la actriz, “se dio algo muy bonito porque no estaba pensada de esa manera. Se suponía que Gastón llega y le tira la puteada a Ema. Yo tenía que responderle, pero tranquila y medio intelectual. Cuando la estábamos ensayando le pedí a Pablo la oportunidad de probar hacerlo más visceral, con rabia, con todas las emociones del momento. Le pedí que nos dejara defendernos. Me dijo que le diera y terminó quedando así”.

Resultó ser una escena clave.

-La aspiración de todos los que estamos en este oficio es no actuar, es estar en la situación. En esa escena para mí pasó eso. Sonia se enfrenta a un hombre heteronormado y machista. Educado así, con esa inyección de machismo que todos recibimos al nacer. Entonces la idea no era tratar de llegar a la cabeza de Gastón, porque jamás iba entender, sino a la emoción. En general, la película es también un viaje mucho más sensorial, emocional, que racional.

¿Qué tiene tu personaje Sonia de tí?

-Siento que Pablo fue eligiendo a las actrices percibiendo que el eje central que buscaba en el personaje ya lo tenía cada una. Con Sonia compartía muchas cosas. Toda esa energía, que tiene que ver con irrumpir de forma un poco violenta quizá, pertenecía a mi pero pude encausarla acercándome más a esta nueva generación.

¿Cuál es la principal característica de esa nueva generación?

-Nuestra generación nació pensando que el mundo es eterno, y que si haces las cosas de cierta forma, si te gradúas y te casas, tienes hijos, perro y gato, vas a estar en un lugar de éxito y vas a ser feliz. La generación de ahora no, nacen en un mundo que saben que se va acabar si no hay cambios drásticos y pronto. Entonces la vida ya no sigue una norma, sino un impulso de supervivencia. La película te invita a viajar hacia esa nueva forma de pensar, sentir, actuar y tomar decisiones.

Ema transcurre y se filmó en Valparaíso. Para Giannina, eso significó algo especial. “Yo nací en Puente Alto pero mi abuela, que murió hace algunos años, vivía ahí. Gran parte de mi familia es de allá y siempre iba para las vacaciones. Un día nos tocó grabar al lado de su ex casa y estaba abandonada”, dice triste.

Luego sonríe y dice medio en broma medio en serio: “Me dieron ganas de tomármela y hacer una okupa”.

Por otro lado, que la película tenga lugar allá, a nivel de historia, “no es casualidad”, explica.

“Es un lugar que tiene mucha relación con el fuego, uno de los elementos centrales de la película”, agrega.

Háblame de ese elemento central de la película.

Es muy simbólico. Está el hecho de que a las brujas las quemaban, o que el 8 de marzo se conmemora “El Día de la Mujer” porque encerraron y quemaron en una fábrica a un grupo de trabajadoras por exigir sus derechos. Es muy potente. En este caso juega un rol mas emocional, de catarsis, pero también anarquista, de destruir para construir. De remover. Me toca mucho eso porque para mi la anarquía es la solución a muchas cosas. En el sentido de ver al otro como un igual, de entender que nadie tiene el derecho a direccionar tu vida.

Giannina se entusiasma. Relata: “Cuando estábamos grabando las escenas donde teníamos que quemar algo, nos pasaban cosas a nivel energético, quedábamos hiperventiladas, es exquisito ver esa cantidad de fuego”.

En la película el grupo de amigas va con un lanzallamas buscando quemarlo todo ¿Adónde lo apuntarías hoy día en Chile?

Al sistema económico, donde todo apunta al éxito y la ganancia personal de unos pocos. Ese camino tiene un solo fin, que es la destrucción del planeta. Apuntaría ese fuego a los dueños del país, los empresarios que se coluden para perjudicarnos. Lo peor es que nuestro presidente es uno de los mayores representantes y defensores de ese sistema.

Neo perreo contra la máquina

En la película, el grupo de amigas conforma un cuerpo de baile, una especie de pandilla donde es todas para una y una para todas. Ema y sus amigas bailan por distintos puntos de la ciudad, pero no para un público, sino para ellas, y como una forma de marcar territorio.

“Esta película busca representar a la generación actual de adolescentes y jóvenes, que sienten y usan el cuerpo desde un lugar político. Creo que el baile es una actividad que refleja mucho eso”, afirma Giannina.

Tiene que ver además con lo que decías: generar una respuesta más sensorial que racional.

Totalmente. Para bailar tienes que estar ahí, entregarte, se trata de crear una relación con tu cuerpo y con un otro. Si piensas mucho en lo que estás haciendo hasta te puedes lesionar. Luego aparecen otras cosas, como el deseo, el placer. Esto cobra especial relevancia en este grupo de seis mujeres relacionándose entre ellas, también desde lo sexual.

La forma de relacionarse entre ellas, que es bien sexual y libre, es un tema contingente también.

Representa un sentir actual, de no cuestionarse. Yo siento que los jóvenes nos invitan a eso desde el reggaeton, el neo perreo, el trap, desde sus Instagram, o en decirle a la mamá que están en una relación de trío o poliamorosa, a generar conversaciones. A dejar de pensar al otro como hombre, mujer, hetero, bi ,trans, y vernos como seres con los cuales podemos sentir, disfrutar y compartir. Ahí hay una liberación, hay anarquía, una forma distinta de pararse en el mundo, de coexistir, disfrutar y darse amor.

*Puedes ver Ema en casi todo los cines del país.