La autora nicaragüense, quien participó en el Frente Sandinista de Liberación Nacional hasta 1993, vino especialmente a Chile para estar presente en la investidura presidencial de Gabriel Boric. Entre sus logros, figuran reconocimientos como el Premio Casa de las Américas y el Premio de poesía Mariano Fiallos Gil, mientras que su primera novela, La mujer habitada (1989), ha superado el millón de lectores en países como Italia y Alemania.
La semana pasada, el equipo del presidente Gabriel Boric compartió la lista de 42 invitados especiales que eligió personalmente para que asistieran a su investidura en el Salón de Honor del Congreso Nacional, ubicado en Valparaíso.
Entre los nombres que incluyó, se encontraron los de la ex mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, el músico argentino Pedro Aznar, el poeta chileno Raúl Zurita y la escritora nicaragüense Gioconda Belli.
Esta última, quien vino a Chile específicamente para estar presente en la ceremonia, fue parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional, una organización política de izquierda en su país, en la que se desempeñó tanto en cargos del partido como gubernamentales, hasta antes de separarse del colectivo en 1993. Sus obras se centran, principalmente, en temáticas como el compromiso sociopolítico y su perspectiva como mujer.
Asimismo, su trabajo literario ha sido ampliamente reconocido a nivel internacional. Entre sus galardones, recibió el Premio de poesía Mariano Fiallos Gil por Sobre la grama (1972) y el Premio Casa de las Américas por Línea de fuego (1978), uno de sus trabajos más célebres en el ámbito de la poesía. A aquello se le suma la novela La mujer habitada (1989), la cual le significó el Premio Anna Seghers en el año de su publicación, para que posteriormente fuese traducida a once idiomas.
Con más de 20 obras publicadas con su firma, el nombre de Gioconda Belli se ha consagrado a nivel internacional y, especialmente, en países como Italia y Alemania, en donde según datos de su página web oficial, su debut novelístico superó el millón de lectores en veinticinco ediciones distintas.
Las vivencias de la autora en torno a su paso por el Frente Sandinista de Liberación Nacional fueron documentadas en el libro El país bajo mi piel, memorias de amor y de guerra (2001), en el cual también relata otras experiencias que la han inspirado a expresarse a través de la escritura.