Osorno, en plena región de Los Lagos, se encuentra seca, enfrentando la crisis sanitaria más grande que su historia reciente recuerde. A la fecha, cuenta exactamente una semana sin agua. 160 mil personas, entre ellas niños y ancianos, embarazadas, enfermos, etc. La razón: Essal, la empresa a cargo del suministro de agua potable, alcantarillado, tratamiento de aguas servidas, etc, se mandó el error de la vida y echó petróleo al agua y a la fecha no ha podido dar con la reposición del servicio.
Entonces ha vuelto a la palestra el viejo debate: ¿Cómo mierda puede estar el servicio más básico de todos EL AGUA en manos de privados? Porque a la luz de los hechos, la empresa, de capitales españoles y franceses, literalmente se ha paseado al Gobierno con explicaciones y fechas de reposición que siguen sin concretarse.
Sin ir más lejos este miércoles Sebastián Piñera viajó al lugar luego de varias protestas de la comunidad y suspendiendo un viaje privado a Estados Unidos (sobre el cual ya empezaban a caer las sospechas de un negocio personal entremedio). Golpeó la mesa, al igual que el ministro de Economía, responsabilizó a la empresa, anunció sanciones y dijo que como por arte de magia con su llegada volvía el agua. Y volvió. Pero solo un ratito, hasta que se fue. Literalmente lo pasearon a Piñera. No hay otra forma de decirlo.
Esta mañana la administradora municipal de Osorno, Karla Benavides, lo dijo textual: “Piñera vino a hacer un show” y de paso acusó a las autoridades municipales de estar “resguardando los intereses de la empresa”.
El otro ataque directo vino desde el mismo Gobierno, en específico el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, se lanzó con todo contra la empresa y dijo: “La situación de Osorno es una situación indignante, ni Osorno, ni ninguna otra ciudad de nuestro país se merece una empresa tan penquita como Essal, que hemos visto lo errática que ha sido con la información. Tan errática que no permite tomar decisiones adecuadas. Desde el principio partió con las primeras chivas”.
De todo lo anterior se desprende lo ilógico que es que exista una empresa, de privados, con intereses privados, de capitales extranjeros, a cargo de un DERECHO HUMANO como es el agua. No es Coca-Cola, es agua. Este muerto sin embargo no se le puede cargar a este Gobierno, esto comenzó en 1999, con Lagos de Presidente. Y ninguno de los siguientes ha hecho nada por devolver el agua a Chile.
No salen mucho en los medios, salvo en ocasiones de crisis total como esta, pero siempre es interesante escucharlos. Porque hay gente que lleva años denunciando como se violan sistemáticamente los derechos humanos de tener acceso al agua en Chile y son lxs activistas del Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua. Esta entrevista a Rodrigo Mundaca, vocero del movimiento es totalmente imperdible para poder discutir el tema con altura de miras.