Podría apostar que el día que decidiste empezar a hacer deporte, fue cuando tu polera favorita ya no calzaba como antes, cuando tu polola(o) sutilmente sugirió que bajes de peso, después de notar que te ves 10 años mayor que el resto de tus amigos o probablemente cuando llegaste a la conclusión que la única forma de seguir preparando todos los días esas recetas de tasty, sin explotar en grasa, era equilibrando un poco las cosas.
Bien, este post es para ti.
Y no es que sea yo un consultor fitness ni mucho menos, pero en general para ser una persona con genética y metabolismo promedio, que come por dos y toma por tres, yo debería estar muchísimo más pasado (y de hecho en un minuto fue así), pero desde que entendí ciertos trucos nutricionales, que paulatinamente puedo estar “más en forma” comiendo incluso más que antes.
“Aaah, es que te matas haciendo deporte todos los días”, me respondería algún amigo de twitter, pero la realidad es que
en una sesión de Crossfit común, no quemas más de 200 calorías, algo cuyo equivalente en comida es algo así como dos tercios de un chocman, así que sorry, not sorry… esa no es la razón.
La razón de por qué siempre estoy más fit, sin privarme de comer o salir, es porque dejé de sabotear mi propio entrenamiento con comida que en verdad, hace pésimo al 80% de la gente.
Ese saboteador de entrenamientos, y vida en general, son los carbohidratos, y la versión más basura de esto, el azúcar.
Dejar de consumir azúcar, no es simplemente reemplazar los “terroncitos de azúcar” que le pones a tu café por tu endulzante favorito. Sopas, jugos de fruta, pan de molde, aliños, yogures, y un largo etcétera de alimentos tienen azúcar en altas cantidades, ya que los edulcorantes de maíz-trigo son una mezcla de azúcares, a pesar de que vienen etiquetados como “bajos en calorías”.
El problema con el azúcar independiente de todas las teorías conspirativas que hayas leído, está en que casi ningún hígado sabe qué hacer con él después de pasado cierto nivel (que es mu bajo), así que simplemente lo convierte en grasa.
La costumbre de consumir constantemente carbohidratos para darle energía al cuerpo no es más que un mito, pues acostumbramos a tu organismo a sacar energía barata y rápida de la glucosa -que se obtiene en el organismo a partir del azúcar- a lo largo de todo el día. ¿Qué pasa con esto?. Si tienes un nivel constante de glucosa en tu cuerpo a lo largo de todo el día, pasa que al más mínimo chocolatito adicional que comas, o la marraquetita de más que hoy día deboraste porque estaba recién sacado del horno y “hay que aprovechar”,o en general “cualquier gustito adicional que te des” hace que tu metabolismo convierta todo eso adivina en qué….si..en grasa.
Resultado: Te mataste corriendo 10K, luego comes uno o dos plátanos para recuperar energía (regularizando tu nivel de glucosa), más tarde sales a comer y tu plato trae algún tipo de carbohidrato (arroz, papas, o alguna salsa rica pero satánica), así que subirás ligeramente tu nivel de glucosa y eventualmente tu cuerpo lo guardará como glucógeno, pero a eso más tarde le sumas el postre, que para no arruinar tu entrenamiento será la mitad de un cheese cake, pero sorpresa…ese pequeño gustito todo rasca irá, a parar directo a tu six pack.
Mal.
Cosas como esa pasan a diario, cuando no sabes cómo combinar alimentos, pero en general lo más óptimo, en ese caso, es eliminar los carbohidratos lo más posible de tu dieta en caso de que quieras perder grasa, o consumirlos moderadamente en caso de que quieras ganar musculatura.
Como la idea no es alarmar al estilo Ciudadano, es importante aclarar que existen distintos tipos de carbohidratos; dentro de ellos cualquiera que sea integral o tenga mucha fibra soluble (como la avena), es una fuente de energía sana pues en lugar de entregar energía de golpe, subir los índices glicémicos en la sangre, y posteriormente hacerte engordar, dan energía de manera lenta y constante lo largo del día. Esa es energía de calidad, sobre todo para un(a) deportista como tú.
¿Conclusiones?
A pesar de que notarás grandes cambios en tu organismo cuando elimines el azúcar de tu dieta (y con eso hablo de cualquier alimento que la incluya, aunque parezca de lo más infensivo), el segundo cambio relevante viene cuando te das cuenta de que tenías a tu cuerpo en un estado de somnolencia constante al consumir carbohidratos a lo largo de todo el día para “mantenerte con energía”. Cuando te das cuenta de eso, inherentemente comienzas a alimentarte de alimentos altos en proteína y grasas, que son mucho más saludables, quitan el hambre y paulatinamente en un cuerpo deportista se convierten en fuentes mucho mejores de energía.
Haz la prueba durante una semana, y ya verás.
Eat this not that
Pan Integral ? – Pan Blanco ?
Huevos ?– Mermeladas ?
Tocino ?– Paté ?
Mantequilla? – Margarina ?
Avena/Muesli ?– Cereales “lindos”, o para niños ?
Agua ?– Bebidas / Jugos ?
Mix de verduras ? – Puré / Papas ?
Arroz Integral ? – Arroz ?
Frutos secos ? – Barras de cereales ?
Mate, variedades de Té ? – Mokka, capuccino o café girly ?