Tiene más de un millón de seguidores en su cuenta. Con un lenguaje claro y directo, Camilo González se ha transformado en uno de los comunicadores digitales más populares de la generación Z. En esta entrevista analizó la importancia y la necesidad del surgimiento de plataformas independientes en redes sociales, como una alternativa ante el duopolio de los medios tradicionales.
Los medios despertaron su atención desde que era pequeño. Cuando Camilo González (25) era un niño que crecía en la ciudad de Viña del Mar y cursaba la enseñanza básica, siempre miraba el televisor y se cuestionaba cómo podría llegar ahí, pero a pesar de que barajaba cuidadosamente sus opciones, lo veía como algo muy difícil: es de provincia y no tenía los contactos.
Cuando pasó a la media, pensó que estudiar periodismo podría ser una opción, pero a pesar de que siempre le gustó informarse, finalmente entró a derecho cuando salió del colegio. Al año se cambió de carrera. Y el comienzo de Prensa Chilena, el sitio que en Instagram tiene más de un millón de seguidores, empezó a raíz de una sugerencia.
Para hacerse una idea: Cooperativa tiene un millón de seguidores, Meganoticias 2.7 y @biobiochile tiene otro millón y medio.
El 2017 uno de los profesores de la universidad los invitó a que emprendieran con sus propias plataformas para que hicieran carrera “desde ya”. Ese momento definió cómo serían sus años siguientes. Entusiasmado, Camilo creó su sitio, en el que en un principio solo cubría noticias relacionadas a música y espectáculos. Según cuenta en entrevista con POUSTA, “si Flor de Rap sacaba una canción, yo la cubría”.
Pero a pesar de que esos contenidos lo ayudaron a posicionarse entre una audiencia principalmente joven por un periodo de dos años e, incluso, lo invitaron a cubrir eventos masivos como el Festival de Viña, todo cambió con el Estallido Social. Fue ahí cuando Camilo González dijo: “Chile está viviendo un momento histórico, no me puedo quedar atrás”.
Entonces empezó a recibir e investigar información relacionada a las marchas y las demandas de diversos grupos sociales, la cual, desde su perspectiva, los medios tradicionales solo tendían a mostrar “desde una vereda”, dice. Hoy, junto debido a la popularidad de su sitio, debe lidiar con la creación de cuentas parodia de su perfil, las cuales imitan el logo y sus colores oficiales para compartir noticias falsas en nombre de su emprendimiento. Según relata, “ha sido un trabajo difícil”.
¿Qué diferencias ves entre el contenido que aprendiste en la universidad y el que adquiriste en el desarrollo Prensa Chilena?
“Es mucha la diferencia, lo teórico sirve para el examen, para aumentar tu intelecto, desarrollar contenido y especializarse en ciertas áreas. Recuerdo cuando estaba en terreno y teníamos que cubrir las marchas. Hay que tener coraje y resistencia para ver todas las situaciones que se dan, yo terminaba asombrado con la manera en que las fuerzas policiales se enfrentaban a los manifestantes y eso en un principio no salía en ningún medio masivo. Me empecé a cuestionar mucho esos temas, a veces uno cree que los canales tradicionales de información son la única fuente válida, pero no es así, hay mucha variedad de contenidos que puedes consumir, por lo que también hay que saber discriminar. Quizás en las escuelas de repente no te lo enseñan de la manera real y uno lo va aprendiendo en el día a día, en el contacto con la ciudadanía”.
¿Y con qué te quedas?
“Cuando se me dio la posibilidad de cubrir el estallido y darme cuenta de lo que pasaba, no fue tan necesario tener lo académico, lo que tuve que poner en práctica fue lo aprendí diariamente en la calle, en el contacto con las personas. Te puedes leer mil libros, pero si no tienes ese contacto con la sociedad, no sirve de mucho, te puedes convertir en un rostro o un personaje, pero vas perdiendo la capacidad de empatizar con el otro. Entonces, si nosotros llegamos con medios nuevos, la idea es también poder abrir ese abanico y que se puedan encontrar espacios con diversos contenidos para informarse”.
Tu sitio tiene más de un millón de seguidores: ¿Cómo percibes la relación entre la audiencia y la confianza en estas plataformas independientes?
“Siento que hay más confianza de la gente para encontrar información más abierta, porque hay mucha desconfianza en los noticieros. Creo que la gente ve las redes sociales como un espacio en donde pueden expresarse inmediatamente cuando sale una noticia y comentar lo que acontece. Hay más cercanía y contacto más directo, porque es mucho más difícil refutar a alguien que dice algo en la televisión o en un diario. Los medios independientes han abarcado a ese público que estaba descontento con lo que pasaba, pero hay que trabajar con responsabilidad y ser conscientes de que si tienes una vitrina, debes tener la capacidad de hacer una pega impecable, para así no generar desconfianza en la gente que recién está volviendo a confiar”.
Muchas personas escriben al perfil de Prensa Chilena para solicitar que se comparta o se visibilicen ciertas informaciones, ¿qué criterios aplicas para identificar fake news?
“Ha sido una de los aspectos más difíciles, porque de repente uno quiere creer y piensa que esas personas no tienen malas intenciones por detrás, quizás entendieron cierta información de otra manera. Yo creo que ahí es donde tenemos que reportear, en ese camino te vas abriendo contactos y conociendo fuentes que te pueden aportar desde diferentes miradas. No es llegar y publicar lo que te envían, hay que hacer un trabajo previo para corroborar la información, pero es complejo en las redes sociales, porque cualquier persona puede escribir. Siento que es como un arma de doble filo, ese es el gran cuidado que hay que tener”.
También vemos que existen perfiles parodia que imitan los logos de otros medios de comunicación y se hacen pasar por ellos para difundir noticias falsas.
“Eso también pasa en el caso de Prensa Chilena, crean cuentas falsas con el mismo logo, los mismos colores y en las que comparten noticias falsas para que la gente crea que nosotros las compartimos y que son verdad. Es súper difícil mantenerse libre de las fake news, hay que tener mucho cuidado. Mi llamado a la gente es que siempre busquen las cuentas oficiales, que no se dejen llevar por ‘esto me pareció chistoso, lo comparto’, porque quizás nosotros que somos más jóvenes lo entendemos, pero si esa noticia pasa a Facebook y lo ve una audiencia mayor, va a creerlo, porque no saben que existen las cuentas parodia”.
¿Qué haces frente a estos casos?
“Es difícil contactarse con los ejecutivos de Instagram. Lo que trato de hacer es reportar el contenido, pero que lata estar en esa parada, no me gusta, siento que no debería ser así, pero ahora estábamos revisando que hay tres cuentas parodia que publican contenido con información falsa. Eso igual hay que manejarlo y ver qué determinaciones se logran tomar. Creo que hay una que dice que Elisa Loncón va a ganar 100 millones por haber sido presidenta de la Convención, ¿cuál es el sentido? ¿Poner sobre la mesa tus intereses políticos? Ese no es el camino, la forma es entregar información acerca de tus proyectos y visibilizar tus demandas. Pueden tener contenido muy distinto al mío, pero para qué dañar no solamente a Prensa Chilena, sino que también a un proceso tan importante como el que estamos viviendo hoy como ciudadanos, que es la Convención Constitucional”.
Hoy vemos que la mayoría de los medios de comunicación masivos pertenecen a un número muy limitado de conglomerados, ¿cómo crees que las plataformas independientes pueden entrar en esa competencia por captar audiencias?
“Creo que los medios independientes tenemos la libertad de cuestionar más abiertamente el contenido y las alianzas económicas que tenemos. En mi caso, hay aliados comerciales que ven el contenido, pero no me pueden decir si publicar algo o no, nunca he aceptado eso. Solo están en campañas específicas que cumplen cierto periodo, pero no les permito involucrarse en el contenido”.
¿Alguna vez te han llamado de un medio tradicional para que te incorpores a su equipo? ¿Estás abierto a esa posibilidad?
“En más de alguna ocasión me han hablado de proyectos, pero estoy tranquilo, viendo qué sucederá en el futuro (tiene 25 años). No me cierro a nada, sería muy bacán para mí participar de otro espacio, aprovecho cada oportunidad que se presente para desarrollarme en mi carrera”.
¿Monetizas como CEO de Prensa Chilena?
“Sí, es relativo, pero me permite poder ayudar a mi familia y cumplir mis proyectos personales”.