Qué más loser que el post de un watón reformado que – casi como testimonio de infomerciales – sale a contar la experiencia de cómo su vida ha cambiado desde que era una bola hasta ahora, y de lo increíble que se siente poder volver a pasar por la puerta de tu casa sin quedar atorado.
Bien, este es un post de ese tipo, con la diferencia que asumo la inmolación, porque de verdad el asunto vale la pena.
Ya mencionaba david lo adictivo que se volvía esa explosión de endorfinas que surge cuando sales a correr. Lamentablemente para la mayoría de nosotros, él tiene la ventaja de vivir en la V región, ya que el panorama cambia bastante cuando te planteas salir a correr en este agujero tóxico llamado santiago, en el que si no mueres por intoxicación, lo haces por culpa de un flaite hipnotizado por tus zapatillas de estilo idem.
El factor matones
Antes de comenzar un plan de vida sano (que generalmente va de lunes a viernes, pero a quién le importa) es elegir en qué lugar vamos a meternos.
Como experiencia personal, he visto que en Pacific, aparte de ser suuuper sucio, te toparás generalmente con el guarda rasca y mala onda que no te deja entrar a la disco porque te falta quina o le caíste mal, mientras que en Energy Fitness es la meca de los aspirantes a pato laguna. Algo especialmente incómodo si tu interés de entrar al gimnasio es para eliminar esas bubs rellenas de Whooper. Las minas, en ese contexto, se sienten especialmente intimidadas porque la mayoría de estos personajes, si tienen un poco de degenerado.
Para evitar malos ratos, lo mejor es ir a algún gimnasio under o ir muy muy temprano, así te topas con las máquinas frescas, libres y casi puras mamás que van a estirarse un rato.
Getting ready
A ver, cómo empezamos.
Lo normal, las primeras veces, es quedar hecho bolsa. El corazón te reclama por cada pucho fumado, las piernas por cada minuto frente al computador y tu cuello se retuerce por culpa de tu mala postura. Lo importante en este caso, es que debes ir listo para la revancha. Come bien, sano y no en exceso (ojalá dos horas antes de hacer ejercicio cardiovascular), carga tu botella con agua e invita a tu arma secreta a la escena: un reproductor mp3, cargado con bajos que se sincronicen con tu latir del corazón.
En serio, así de emo.
Está comprobado que hay música más efectiva que otra para realizar deporte, e incluso cuando logras sincronizarte con ella, aparte de aumentar tu rendimiento, puedes evitar síntomas como la fatiga.
Y ahora qué?
No es bueno que yo lo diga, pero si pasas las tres semanas de entrenamiento. Encontraste un gimnasio cómodo y te agrada el ambiente en general del mismo, te felicito, probablemente tengas una nueva adicción. Con la diferencia de que esta adicción te ayuda a dormir mejor, andar con más ánimo y a concentrarte tan bien, que hasta en las pichangas de PES se notará.
Portada, con de CC Christian Cable
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