George Papanicolaou fue el médico que creó la prueba que permite detectar y prevenir tempranamente el cáncer de cuello uterino. Durante todos los años que investigó, su esposa Mary Mavrogeni fue un pilar importante para concretar “la prueba del pap”. Aquello lo impulsó a seguir adelante con su teoría, pese al poco apoyo de la comunidad médica, y además, fue sujeto de estudio de la prueba.
En más de alguna ocasión has escuchado de la prueba del Papanicolaou y la importancia que tiene para detectar de forma temprana el cáncer de cuello uterino.
Su creador fue George Papanicolaou, un médico griego que se estableció en Estados Unidos y que dedicó gran parte de su vida a detectar los elementos citológicos del sistema reproductor femenino.
¿Cómo fue que el científico llegó a crear el test de Papanicolaou? Para el médico, el camino no fue nada sencillo. Antes de llegar a la carrera de medicina pasó por filosofía, literatura, lenguaje y música en la Universidad de Atenas. Después decidió oír a su padre e ingresó al mundo de la salud.
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En 1913 quiso emigrar a Estados Unidos, con la esperanza de una vida mejor. Sin embargo, se fue sin el permiso de su padre.
“Quería ser científico. Tuvieron un desacuerdo con eso durante toda su vida. Pero trató de decirle a su padre cómo se sentía realmente al respecto. Tenía que hacer lo que tenía que hacer”, explicó a BBC su sobrina nieta, Olga Stamatiou.
Emigró junto a su esposa, Andromachi “Mary” Mavrogeni. Fue ella quien se volvería su asistente de laboratorio y, al mismo tiempo, lo ayudaría con su investigación.
Al llegar a Nueva York, el matrimonio tuvo que trabajar en lo que fuera para poder mantenerse. Incluso, él se desempeñó como violinista.
Tiempo después, en la Universidad de Cornell consiguió un trabajo como científico en el área de citología, donde se dedicó a investigar las células para identificar y prevenir diferentes patologías. En ese trabajo, Mary Mavrogeni comenzó a ser sujeto de estudio del doctor Papanicolaou.
“Pude asegurar un puesto en un laboratorio científico y, excepto por unas pocas semanas, apenas he sacado mi nariz fuera del laboratorio desde entonces”, dijo el médico en 1950.
En 1928, las investigaciones del médico comenzaron a dar resultados. Luego de que realizara una muestra con células del cuello uterino, las fregó en una lámina de vidrio e identificó que eran células cancerosas. Precisamente, eso llevó al nombramiento del test de frotis cervical.
Sin embargo, el descubrimiento no fue reconocido por la comunidad médica. “En ese momento, por alguna razón, no pude inspirar la fe de mis colegas en la viabilidad de este procedimiento”, dijo Papanicolaou.
El científico no se desmotivó y continuó con sus investigaciones, para poder aportar más evidencia. En la década de 1940, reveló nuevamente su trabajo y la comunidad médica comenzó a ver que “la prueba de frotis” podría ser un descubrimiento significativo para la salud.
Según cuenta Olga Stamatiou, la esposa de Papanicolaou tuvo una vital importancia en el estudio, porque fue ella quien se realizó pruebas por más de 20 años para ayudarlo.
“Ella fue su guía. A veces, si se frustraba con su trabajo porque la gente tardaba tanto en reconocerlo, ella lo animaba. Le decía: ‘No pierdas tu convicción. No te desvíes. Esto es lo que estabas destinado a hacer y esto es lo que vas a hacer’, dijo la mujer BBC.
En eso coincidió siempre George Papanicolaou: “a mi lado estaba mi querida esposa. Si pude lograr algo útil fue en gran parte gracias a su ayuda y devoción”.
No fue hasta la década de 1950 que los ensayos clínicos de la prueba comenzaron a ver la luz en Estados Unidos. Pero para conseguir eso, el matrimonio tuvo que conseguir más mujeres para probar el test.
De esa manera fue que el examen empezó a llamarse públicamente como “prueba de Pap” debido al nombre de su inventor: George Papanicolaou.