Testimonio: fui parte de la creación del primer sindicato de Maconline Chile (spoiler: no fue nada fácil)

Aunque parezca increíble, en pleno 2017, el sencillo hecho de hacer valer los derechos laborales resulta una contienda desigual y que deja caídos en el camino.

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Hace unos días anuncie públicamente la creación del primer sindicato de empresa de Maconline, el cual es el fruto de meses de vivir en la marginalidad dentro de una de las empresas más importantes en Chile, y que se encuentra asociada a la tecnología de vanguardia de Apple.

Desde que inicie el proceso de sindicalización en septiembre hasta la fecha, ha sido un camino muy complicado por todos los estigmas sociales que existen entorno a la palabra sindicato, ampliamente compatible con las historias ocultas sobre sindicatos frustrados que habitan en la consciencia de los trabajadores más antiguos en la empresa.

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Hoy continúo luchando contra los monstruos del capitalismo autoritario y contra la autocensura que habita en trabajadores y trabajadoras, independiente de su edad, condición económica-social, y sexo.

Cuando comencé a hablar sobre la conformación del sindicato entre mis pares, me cerraron las puertas porque no querían tener problemas con su trabajo. El imaginario de muchos trabajadores y trabajadoras se encuentra inmerso en una profunda contradicción, padecen como mártires todas las complicaciones de su extensa jornada de trabajo de diez horas, carecen de posibilidades para compatibilizar vida laboral y familiar, y aún así prefieren sobrellevar a toda costa ese estilo de vida para mantener su estabilidad económica, avalando la conducta del empresario que prefiere pagar multas antes que prestar una solución real a los puntos en tensión.

No hay que olvidar que históricamente todos los movimientos sociales han nacido de conflictos reales, cuando se han vulnerado derechos y bienes jurídicos de relevancia para la sociedad. De la misma manera, un sindicato no es producto de la ficción, ni de una pataleta, como ha querido informar la empresa a sus trabajadores durante estos días. El sindicato de Maconline ha surgido por la necesidad de enfrentarse de igual a igual ante su empleador para hacer frente a todos los cambios perjudiciales que se han implementado desde el nuevo mandato de Gerencia de Recursos Humanos, porque si bien toda relación laboral se encuentra enmarcada en un plano de subordinación, ésta tiene límites, aunque parezca raro para aquellos agentes que les gusta enaltecer las jerarquías.

Bajo este paradigma neoliberal, donde el empresariado concentra una figura paternalista, me encontré con personas que disfrutan actuar de infiltrados para mantener e incluso mejorar sus condiciones laborales inspirados en su empobrecido individualismo. Así, es que mi nombre llegó a manos de gerencia, quienes inmediatamente ordenaron el 16 de diciembre del año pasado mi despido disfrazado fraudulentamente por necesidades de la empresa, ya que la causal real fue una represalia por querer ejercer mi derecho humano a la sindicación. Cuando me entregaron la carta de desvinculación, no entendía nada hasta que el subjefe de local me empieza a preguntar si había hecho algo, si me había juntado con alguien, si recordaba algo, porque mi despido venía de la jefatura anterior, extrañamente pensé ¿Cómo me están despidiendo por alguien que fue mi jefe hace cuatro meses atrás?.

Luego, al día siguiente, me enteré que Christian Zúñiga, con quien mantuve lazos cercanos en el proceso de formación del sindicato también había sido despedido el mismo día que yo a través de una carta certificada que llegó seis días después. Él tomó conocimiento días después de su desvinculación porque se encontraba en el hospital esperando el nacimiento de su hija. Sus jefes actuando sin ética alguna, lo borraron del grupo de Whatsapp de su tienda, para evitar pronunciarse sobre su despido. Fue así como se enteró que estaba ocurriendo algo extraño.

Desde el 16 de diciembre hasta la mediación que sostuve con el representante de Maconline a finales de enero, ha sido un tiempo siniestro. Nunca dimensioné en el terreno pantanoso en el cual me estaba metiendo, siempre fui de frente con el conocimiento y principios que te entregan en las aulas de toda escuela de derecho, sin embargo, hablar de sindicato acá en Chile no tiene cabida aunque estemos viviendo en democracia, porque las personas creen que recibir una remuneración a cambio de su trabajo vale despojarte de tu conciencia política. El empresario en nuestro país le ha puesto signo peso al ejercicio de nuestras libertades.

He tenido que guardar silencio durante este tiempo, por temor a que despidieran a las otras personas que han estado vinculadas a mí de alguna manera, evidentemente nadie quiere quedar sin pega, todos tienen sus familias detrás. Sin embargo, producto del descuido de uno de mis colaboradores quien dejó su cuenta personal de correo electrónico abierta en la tienda, ésta fue revisada ilícitamente, sin escrúpulo por un trabajador@ desconocid@, quien dió rienda suelta a su imaginario autoritario para mandarme un mail amenazante por los despidos que ocurrirían si la información sobre mi actividad sindical llegaba a oídos de gerencia.

Evidentemente, éstos despidos fueron reales y ocurrieron contra las personas que serían mis testigos en el juicio que llevare a cabo contra mi empleador. Éstas desvinculaciones ocurrieron después de la mediación coordinada por la Inspección del Trabajo, donde declare públicamente que mi despido constituyó una práctica antisindical.

Pese a los cuatro despidos antisindicales y a los focos de represión activados, hemos logrado construir el primer sindicato de la empresa Maconline el 7 de Febrero con mucho esfuerzo y convicción por querer construir una democracia laboral real para mejorar nuestras condiciones de trabajo, por esta razón estamos unidos para luchar por la parte más noble de todo ser humano, nuestra felicidad.

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