Llegó en abril al Hospital Dr. Gustavo Fricke de Viña del Mar por una enfermedad al hígado, lugar en el que estuvo internado durante diez días debido a una negligencia médica. Una cadena de errores lo llevó a parar al Hospital de Quilpué, sitio en el que falleció de Covid-19, y donde su cuerpo fue confundido por el de otro difunto.

Rolando Castro fue operado por su hígado tres veces por endoscopía, lo cual produjo una infección debido a un error por un antibiótico que fue ingerido de forma oral, en vez de vía intravenoza, explicó su hijo, Andrés Castro.

Producto de eso fue hospitalizado, y pese a la pandemia del Covid-19 y su avanzada edad, recibió visitas día por medio, algo que su familia consideró normal. Después de medio mes sería dado de alta, sin embargo para el día diez su esposa Adriana recibió una llamada le avisaba que esto se habría adelantado y saldría de cuidados intensivos esa misma jornada.

Poco después, la vuelven a contactar para avisarle que esto había sido un error y no se trataba de un alta anticipado, sino de un traslado al Hospital de Quilpué. No le dieron mayores antecedentes.

Esto ocurrió el sábado 2 de mayo, mismo día en el que confirmaron el brote de Covid-19 en el Hospital. Treinta funcionarios fueron puestos en cuarentena preventiva.

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La familia no supo de la verdadera condición de Rolando. “Está estable dentro de lo delicado por el tratamiento con antibióticos”, le dijeron los médicos a su hijo, quien un día, a través de videollamadas, notó que su padre estaba conectado a oxígeno. Después le informaron que presentaba síntomas de Covid-19 y que debía tomar la decisión de pasarlo a ventilador mecánico con coma inducido.

La información que le dieron a la familia fue que Rolando Castro se contagió al interior del hospital Dr. Gustavo Fricke, en medio de una cirugía, y por eso fue trasladado al recinto hospitalario de Quilpué.

Después de una semana sin ser notificados por los resultados del examen de coronavirus, consultaron este lunes 18 de mayo directo a la Seremi de Salud, desde donde les confirmaron que éste había dado positivo.

Rolando fue al hospital para esclarecer la situación y avanzar con los protocolos. Sin embargo, la entrega de los documentos de defunción no se los entregaron a tiempo, el cementerio había cerrado sus puertas y ya no podían recibir el cuerpo de don Rolando.

Fue así cómo los trámites se extiendieron hasta el jueves 21 de mayo, día en el que la familia retiró el cuerpo y realizó el funeral con todas las restricciones de la pandemia. Una vez que ya lo habían enterrado, recibieron una llamada de la funeraria que les avisaba que el cuerpo no correspondía a su padre.

Tras encarar al hospital, el jefe de Urgencias le respondió a Rolando: “Lo único que puedo hacer es pedirle las disculpas correspondientes, usted puede hacer las acciones que estime conveniente”. Sin embargo, dice, nadie del hospital lo ha llamado para pedirle disculpas.

Fuente: PuraNoticia.cl