Deja que tu pelo sea reflejo de tu colorida personalidad.
La juventud siempre ha sido sinónimo de rebeldía y de búsqueda de una identidad propia. Incluso aunque eso choque un poco con los demás (por no decir con tus padres y profesores).
Sin embargo hoy en día los límites ya han sido corridos, por otros jóvenes, de otras épocas, como los punks en su momento, o los emo hace algunos años. Y hoy andar con el pelo de algún color es algo que no necesariamente va hacer que te miren como un bicho raro, sino que se entiende que se trata de alguien manifestando su identidad, su mundo interior, desde el exterior.
(Mentira, te van a mirar como un bicho raro, pero reconoce que te encanta. Que lo disfrutas, por algo lo haces). Quieres sobresalir. No quieres ser una oveja más del rebaño. Tienes ideas fuera de la caja y tu pelo lo sabe.
La campaña “Crea tu propio look” de la tradicional marca chilena Ilicit Colorful ha sabido interpretar ese sentimiento colectivo y ha dado un viraje para acercarse a tu ser inquieto y entusiasta con cuatro colores con los que te robarás las miradas donde quiera que vayas: #emeraldBLUE, #dirtyPINK, #darkVIOLET y #hotBERRY.
Y sí, por supuesto que sé lo que estás pensando, que antes de teñir hay que decolorar. Y deja contarte como lo hacíamos antes: nos quemabamos el cráneo con una mezcla terrible que se llamaba blondor y que casi nos dejaba la cabeza calva.
Hoy no, y deberías agredecerlo porque por Dios que dolía. Ilicit Colorful ha creado un #kitDECOLORANTE, con el que se logra en casa el tono base requerido para cualquiera de los 4 colores. Este kit además incluye un tratamiento post aplicación, un shot de keratina que cuidará el cabello de los más osados.
Ilicit Colorful no contiene amoníaco y su duración dependerá de los cuidados y del tono que se aplique. Por ejemplo, #dirtyPINK dura de 2 a 3 lavados, mientras que #darkVIOLET de 4 a 10 lavados.
Estos increíbles colores más el #kitDECOLORANTE ya están disponible en farmacias, perfumerías y supermercados.
¿Qué esperas para tener un #LookColorful? ¿Por qué no dejar que la revolución parta directamente desde tu cabeza?