La droga ha causado la muerte de más personas en Estados Unidos que la guerra de Vietnam e Irak juntas.


En América Latina tenemos la oportunidad de tomar de forma anticipada sucesos que ocurren en el resto del mundo como una ventaja para acatar medidas paliativas a tiempo y frenar la expansión de fenómenos perjudiciales para la población del continente.

Latinoamérica ha visto la crisis de los opiáceos en América del Norte con atención estudiando el comportamiento demográfico de sus habitantes frente al consumo de narcóticos.

Las autoridades aseguran que no hay un problema significativo respecto al consumo de heroína y sus derivados en el continente, pero si se muestran preocupados por el uso desmedido de cocaína en países como Chile, segundo consumidor de cocaína precedido por Uruguay.

El consumo de morfina, oxicodona, fentanilo, hidromorfona, tramadol, meperidina o hidrocodona ha causado cientos de miles de muertes en Estados Unidos alcanzando niveles epidémicos nunca registrados. En Canadá la situación es similar: una persona al día muere de sobredosis en Vancouver.  

La crisis de los opioides en Estados Unidos mató a 65 mil personas tan solo el año 2016. La cifra de americanos muertos en la guerra de Vietnam durante los 10 años que duró el conflicto es de menos de 50 mil personas.

Si bien es poco común la presencia de esta droga en Sudamérica, ayer Carabineros logró desbaratar una red de narcotráfico incautando 260 gramos de metanfetamina mezclada con fentanilo -droga que consumió Prince antes de sufrir una sobredosis- además de 22 kilos de marihuana y medio kilogramo de cocaína.

 El fentanilo es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 más potente que la morfina. Se usa para tratar dolores en pacientes con cáncer terminal o que se someten a tratamientos invasivos en el sistema nervioso central.

Sin embargo, según los peritajes recopilados por el diario HoyxHoy, el fentanilo incautado en Chile se distribuía en forma de tabletas para compradores con alto poder adquisitivo.

Los efectos secundarios del fentanilo son: depresión, insomnio, convulsiones y depresión del sistema nervioso que puede llevar a la muerte si no se atiende al consumidor a tiempo ante una eventual sobredosis.

Si se mezcla con metanfetamina -como se encontró dentro de la redada- los riesgos de sufrir estas complicaciones se duplican.