El número de focos incendiarios en el llamado “pulmón verde del mundo” supera en un 83% los presentados durante la misma fecha el año pasado. La situación no es arbitraria, muy por el contrario, se comprobó que las promesas de Bolsonaro para retomar el crecimiento de Brasil a cómo de lugar, implica el sacrificio del patrimonio natural más importante del mundo.

¿Por qué se quema el Amazonas?

La quema el Amazonas es producto de consecuencias políticas. Los esfuerzos realizados en Brasil los últimos 20 años por preservar la selva que produce el 30% del oxígeno que respiramos, han sido socavados por la administración de Bolsonaro en tan solo 8 meses.

La deforestación ha aumentado en un 273% desde la llegada de Bolsonaro al poder gracias a que el sector agropecuario tiene carta blanca para especular con las tierras del lugar. Esto equivale a la desaparición de una cancha de fútbol de la selva por minuto.

El fuego es utilizado para “limpiar” tierras y convertirlas en suelo agrícola, haciendo que la vida endémica del Amazonas sea inviable incluso décadas después del daño producido.

el fuego comienza con la quema (queimada), una práctica común que tiene como objetivo hacer espacio en el bosque para fines agrícolas, generalmente para establecer rebaños de ganado. Esta es la técnica más barata para limpiar un área, y no necesariamente es mala si se realiza de manera controlada y en lugares permitidos. Desafortunadamente, en Brasil, la mayor parte de la quema se lleva a cabo en áreas protegidas que no pueden convertirse en negocios ganaderos.

¿Que relación tiene la sequía?

La política interna de Brasil asegura que los incendios son producto de la sequía mundial que también ha causado siniestros similares en África y la zona sur de España. Sin embargo, el ministro de Medio Ambiente de Brasil afirma que la sequía este 2019 ha sido menor a las presentadas en años anteriores, pero se presenta un 83% más de incendios.

¿Cómo nos afectan los incendios?

La quema del amazonas es una práctica promovida por la agricultura para desarrollar el cultivo de Soja. Contrario a lo que se piensa, la mayoría de este cultivo no es para producir sucedáneos de carne: el 73% de la producción de soja en el mundo es utilizada para alimentar ganado. Brasil es el segundo productor de soja del mundo, solo superado por Estados Unidos.

Este año, la producción de esta semilla llegó a su punto máximo en el país carioca y Bolsonaro pretende salir de la desaceleración económica incentivando la agricultura y exportaciones de soja para forraje bovino.

Brasil es una potencia alimentaria y muchas veces se le llamó “la alacena del mundo” gracias a la exportación de sus productos. Sin embargo, privilegiar el cultivo se soja ha cambiado esta paradoja encareciendo cientos de productos para su consumo interno. Estos incendios transforman el problema nacional en algo global, donde se ve comprometida la dieta de cientos de millones del mundo.

Con un 5% adicional de destrucción adicional de la Amazonia podremos provocar cambios irreversibles que afecten el régimen de lluvias en el resto del país. Las inundaciones, la desertificación, los riesgos para la agricultura, los vientos extremos, la invasión de las zonas costeras por el mar y las olas de calor constituyen un drama anticipado”, ha alertado el especialista Alfredo Sirkis, informa Abel Gilbert para El Periódico.