Parada cree que el arquero demostró su ignorancia  y Larraín que el comportamiento del público en la cancha es vergonzoso.

Hablar del fútbol es como hablar de política. Este martes, la FIFA (la mafia más aceptada después de la Iglesia) informó que el público chileno es el más irrespetuoso y discriminador entre todos los que países que están tratando de ir al mundial de Rusia 2018.

¿De qué nos sirve ser campeones de América si tenemos al público más irrespetuoso que aparte no sabe andar en metro?

La FIFA castigó al Estadio Nacional con siete partidos por los cantos homófonos con insultos xenófobos y políticos. ¿Cómo se puede seguir demostrando la incultura nacional? ¿Hasta qué punto seguimos demostrando la básico que es el cerebro humano que sólo puede recaer en chistes machistas de chuparle el pene a otro hombre como el peak de humor del día? Cuestionable y terrible, pero cierto. Siempre se puede ir más allá, sobretodo con el humor, pero si todavía siguen existiendo programas como Morandé con Compañía, el machismo homofóbico seguirá existiendo.

Chile no es el único país xenófobo y homofóbico, lo sigue México, con cinco multas que no evidencian la homofobia que existe en el país de Juan Gabriel, que lidera como el segundo país, después de Brasil, con más crímenes de odio en el mundo.

claudio-bravo-america

Claudio Bravo, el actual arquero en el Manchester City Football Club, en un reportaje de LUN se refirió alegando a que estos castigos “terminan con el folclore”.

“Se ha exagerado mucho en las sanciones, es un tema de educación en cada país, que no se acabará por sancionar. Sería extraño y ridículo jugar en un estadio en silencio. Se está transformando en un tema demasiado grave”,  aseguró el arquero del Manchester City.

“A los jugadores nos tocan miles de cosas en todos los estadios del mundo. Insultos, escupitajos a la llegada del bus, piedrazos muchas veces. Pero eso es lo lindo de esta actividad”. Por lo que agregó: “De parte de los jugadores no hay queja. A veces jugar de visita te motiva, es bonito, tener a la gente contra tuya. Castigar eso es quitarle el folclore”.

¿Qué significan estos dichos? ¿Dónde está la ética social y la responsabilidad de dar el ejemplo sobre este tipo de comentarios al ser un rostro tan importante? ¿Tiene que ser gay el hijo de Bravo para que empatice con temas que sigue teniendo perdidas con vidas homosexuales? ¿Es él, el reflejo del cerebro actual de Chile? ¿Qué hay que dejar de desayunar para no pensar así?

Conversamos con activistas LGBTI de nuestro país para ver qué opinaban sobre los dichos de Bravo:

Jaime Parada, Concejal por Providencia. Candidato a la reelección (2016-2020):

“Bravo no entiende hacia dónde va el mundo. El mundo va hacia una cultura del respeto en lo social, y el deporte va en una cultura de la aceptación de todos los seres humanos y eso lo hemos visto, por ejemplo, en las campañas que han habido no estigmatizar a las personas cuando se canta el himno nacional de países que son “rivales”, etc.

Creo que Bravo está demostrando, primero, una ignorancia hacia donde va el mundo. Por otro lado, da a conocer una falta de sensibilidad que no se condice con un estado actual de la cultura. En ese sentido, le hago una invitación a Bravo: que lea, que lea hacia dónde va el mundo. Segundo, que entienda y para entender hay que leer, pero también hay que mirar noticias y otras cosas.

No todo en el mundo es plata ni mantener tradiciones que son nefastas, sino que lo que hay que hacer es avanzar en lo social, en lo cultural y en lo ético. Y a él, parece, que en sus comentarios le está faltando comprensión del mundo”.

Luis Larraín, presidente Iguales:

“Me parece que es vergonzoso que Chile sea el país más multado por la FIFA. El folclore o las tradiciones nunca pueden ser excusas para denostar a un grupo de la población, sobre todo si es un grupo históricamente discriminado.

Hay tradiciones aberrantes: la mutilación genital femenina, el linchamiento o la esclavitud, que felizmente han sido erradicadas en gran parte del mundo. Deberíamos avanzar hacia una cultura del respeto, en la que se erradique la homofobia y la xenofobia y también se deje de insultar o apedrear a los jugadores por ganar o perder. Son conductas incivilizadas, que deberían ir eliminándose en una sociedad que progresa”.

bravo