Vulture eligió el especial de stand up de Jani Dueñas como uno de los 10 mejores del año. Hablamos con ella para conocer su reacción, que spoiler: fue bien heavy. Luego agarró vuelo para comentarnos un poquito sobre actualidad nacional.
Vulture se define como un medio que ofrece una cobertura de 24 horas al paisaje cultural de Estados Unidos. Especializado en cine, tele arte “y más”, es “el medio digital obligado para los obsesivos por la cultura popular”. Es algo así como el suplemento de espectáculos de la New York Magazine y mensualmente tiene 20 millones de visitas.
Se puede decir con soltura que es uno de los cinco blogs de cultura pop más importantes del planeta. Vulture también significa buitre y es un nombre recurrente en el universo de villanos de Marvel. Todo esto es lo que arroja un acucioso googleo para entender la relevancia de que este viernes Jani Dueñas haya aparecido en una nota de Vulture, firmada por Erik Abriss titulada “The best stand-up specials of 2018 (so far)” (Los mejores especiales de stand-up del 2018 (hasta ahora).
La respuesta es que sí es la gran cosa. Es bastante heavy que a menos de un mes de lanzado el especial “Grandes fracasos de ayer y hoy”, éste sea no solo reseñado sino catalogado como de lo mejorcito del año en un medio como Vulture y su nombre salga entre exponentes tipo Cameron Esposito, Hannah Gadsby y Chris Rock.
Despertamos a Jani en su día libre dentro de las funciones que tiene con 31 Minutos en el teatro Las Condes (que son hasta el 29, ojo ahí) para preguntarle cuál fue su reacción al enterarse de la noticia (y si rayó tanto como nosotrxs).
La respuesta, de nuevo es sí.
“Fue cuático…mira iba saliendo al teatro a estas alturas, pidiendo el Cabify, armando mi termito de té con miel. Algo muy rutinario, cotidio. De repente alguien me mandó por dm de Instagram un link de emol, me puse a googlear y encontré la nota de Vulture y que el primero de la lista era el mío”.
¿Qué pasó entonces?
Me puse a llorar, obviamente no de pena, pero fuerte, pensé que me iba a dar una crisis de pánico, pero tampoco era pánico. Me hiperventilé, no podía respirar, me reía fuerte, corría por la casa. Me senté a leerlo bien y no podía. No podía leer por las lágrimas. Estuve como 20 minutos así, tratando de apaciguar mis emociones.
¡Que nervio! ¿Y qué hiciste después?
Llegó el Cabifiy y me subí super agitada. Camino al teatro recién lo pude leer bien y lo procesé. Ahí me fui a la chucha de felicidad. Después se lo mandé al grupo de Whatsapp de mis hermanos y luego al de mis amigos.
¿Qué importancia le das a este reconocimiento, aparte de la emoción del momento?
Es difícil medir la importancia que tiene o puede tener para mi carrera, con lo de Netflix me pasó un poco lo mismo. Uno no sabe. Sé que es bacán. Pero por ejemplo lo de Netflix sé que me lo gané con años de esfuerzo, de trabajo. Sobre esto, no es falsa humildad en el sentido de no sé por qué me pasan estas cosas pero creo que es muy sorprendente, algo imposible de calcular. Hay gente me dice obvio que iba a pasar pero nada que ver, no llega y pasa que te elijan en esa lista, en la meca de la hueva que uno hace, con todos esos genios. Tuve la cueva de que el gallo que escribió esa lista le salió en los sugeridos de Netflix, lo vio y se cagó de la risa. No tengo otra explicación.
¿Qué repercusión crees que pueda tener?
No sé. Cuando salió lo de Netflix no sabía que iba pasar lo de Vulture, ahora que salió esto no se que va pasar. Voy a tener que ir a Estados Unidos a intentar algo, ver qué pasa. Es importante por lo insospechado que es. Es muy pero muy importante, ahora ¿Qué va pasar con mi carrera? No tengo la mas puta idea y eso es la raja.
“Lo del ministro Varela, que mandó a hacer bingos a las escuelas con problemas de infraestructura, es para llorar de risa, porque es un viejo culiado y el no importa nada, lo que importa es que transparenta la forma de pensar de todos estos huevones que tenemos en el gobierno, que es la misma forma de pensar de Piñera y el neoliberalismo”.
¿Qué noticias de este último rato te han hecho llorar de risa y llorar a mares?
En este momento se me mezclan esas dos emociones: llorar de risa y llorar a mares. Lo del ministro Varela, que mandó a hacer bingos a las escuelas con problemas de infraestructura, es para llorar de risa, porque es un viejo culiado y el no importa nada, lo que importa es que transparenta la forma de pensar de todos estos huevones que tenemos en el gobierno, que es la misma forma de pensar de Piñera y el neoliberalismo. Que lo diga con ese desparpajo es impresionante, ahora se puede desdecir, pero es espeluznante cómo se desmantela la forma de pensar de estas personas. No les importa la gente. ¿El estará de ministro porque se lo sacó en una rifa? No encuentro otra explicación para que él, con esa mentalidad, esté en política y en un cargo de tanta relevancia social. Es terrible, deprimente, pero la anécdota es chistosa. Lo mismo con el hombre bala, es para cagarse de la risa la situación, pero es terrible lo que le pasó también. Esa pega, esa precariedad del circo, todas las noticias aparecen como graciosas pero si las desmantelas un poquito son para morirse. O la estupidez de Piñera de ponerle CNI a esa hueá y después cambiarle las siglas, sigue siendo igual de asqueroso. Uno se ríe de todo, hasta que se da cuenta que todo es para llorar.