Como pecas pagas. Si el pastor Soto la semana pasada usó la bandera gay (o lo que creía que era) como alfombra, ahora Julio César trapeo el piso con el afiebrado religioso.
Por supuesto Soto no se quedó callado y respondió. En su mente, los ridículos eran Villouta “que lloró como una porrista abofeteada” (eso dijo, créelo, lo vas a ver en unos segundos en el video), Rolando Jimenez, Youtube, Chile, y básicamente el mundo entero.
Acá a continuación un registro que si de algo sirve- además de darnos unos segundos de placer viendo como al fin alguien le dijo en su cara a Soto y con respeto lo que todos pensamos de él- es de material de estudio para psicólogos y psiquiatras de ver en acción a un ser humano completamente disociado de la realidad.
Por favor métanlo en una jaula y mándenlo al espacio.