Hace unos días el presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó a este lado del mundo de intentar cancelar a Rusia. Y sobre eso, aprovechó de usar como ejemplo lo que pasó con la escritora JK Rowling y sus polémicas opiniones sobre la identidad de género.

«Hoy tratan de cancelar a un país milenario; estoy hablando de la discriminación progresiva contra todo lo relacionado con Rusia», alegó Putin en unas declaraciones  que dieron vuelta al mundo. Y en ese mismo arranque aprovechó para hablar sobre lo que pasó con JK Rowling. 

Asegurando que occidente canceló a la escritora  británica porque «no satisfacía las demandas de los derechos de género», el cibermundo no se hizo esperar y por supuesto, la nombrada autora de Harry Potter apareció para hablar.

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En su cuenta de twitter, Rowling compartió un artículo sobre Alexei Navalny, el político opositor condenado esta semana a 9 años de prisión en Rusia y agregó que 

«Posiblemente los mejores para criticar la cultura de la cancelación occidental no sean aquellos que actualmente matan a civiles por el ‘crimen de oponer resistencia’, o que encarcelan y envenenan a sus críticos» usando el hashtag #IStandWithUkraine («yo estoy con Ucrania»).

Según consigna la BBC, Rowling también anunció que igualará con hasta un millón de libras de su bolsillo (alrededor de US$1 millón 300 mil) las donaciones que reciba una organización benéfica que cofundó para ayudar a los niños en el Ucrania. 

En 2020 la escritora hizo unas polémicas declaraciones en las que expresó que le preocupaba un «nuevo activismo trans» que, a su juicio, estaba «presionando para erosionar la definición legal de sexo y reemplazarla por género».