Game of Thrones terminó, ya lo sabemos. Las personas que nunca vieron la serie están felices de que los fans dejemos de joder todos los domingos y nosotros, los seguidores, enojados porque fue un fiasco de temporada. A lo más, regular (y decirlo es ser generoso).

Sin embargo, los actores principales -o mejor dicho, los que sobrevivieron- sufrieron físicamente las secuelas tras el término de una de las series más vistas de todos los tiempos. Emilia Clark -que interpreta a la Reina de Dragones, Daenerys Targaryen- sufrió dos aneurismas mientras grababa la serie, y Kit Harington, que interpreta a Jon Snow, ingresó a rehabilitación antes de que se emitiera el último capítulo del final definitivo de la serie.

Harington lo ha pasado mal, muy mal de hecho. Durante 7 años interpretó a uno de los personajes más queridos y polémicos de HBO. Esto supuso una carga gigantesca para sí mismo, haciendo que su abuso de alcohol para lidiar con el estrés de la fama se incrementara tanto hasta el punto de dañar su salud mental.

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Según informó The New York Post hace unas semanas, Harington se habría internado de forma voluntaria en un centro de rehabilitación para tratar su ansiedad y alcoholismo. Mientras la fanaticada de 43 millones de personas miraban el final del universo de Westeros por las pantallas de HBO, Harington se encontraba aislado del mundo velando por su recuperación.

Sin embargo, los representantes del actor señalaron que esta decisión se debe más que nada para promover el bienestar general del actor en lugar de algún tipo de desintoxicación de sustancias.

La clínica donde se encuentra Harington tiene un costo de 120 mil dólares mensuales y esperamos que lo traten bien para que se mejore pronto <3